El PP quiere sentirse favorito y ser el rival a batir. El "coco" del centro derecha, el "partido grande" que no necesita preocuparse del rival. Pero como la política es así, y no hay enemigo pequeño, el secretario general de los populares asturianos, Luis Venta Cueli, también querrá delimitar bien las distancias y encarar este larguísimo prólogo de precampaña electoral en que vive metido su partido diciendo que Foro es otra cosa y que no se aclara sobre la cooficialidad, o que Ciudadanos se ha situado enfrente de la enseñanza concertada y hace dos años no quería el AVE. Venta (Breceña, Villaviciosa, 1964) viene de Sevilla, de una convención nacional a la que la actualidad le reescribió el guión.
- Fueron a Sevilla a relanzar la imagen del partido y acabaron teniendo que arreglar la de Cristina Cifuentes. ¿Conclusiones?
-La actualidad siempre manda y esta vez, no precisamente por la magnitud del caso, todo se centraba en ese asunto. Pero en la convención quedó clara la importancia que el PP, sus gobiernos y sus políticas reformistas han tenido en estos cuarenta años de democracia, o la trascendencia que tiene ser el único partido que dice lo mismo en toda España.
- ¿Por qué hay que seguir dando aire a la presidenta de Madrid?
-No sé si hay que darle aire o no. Pero con Cifuentes, como suele pasar en la historia democrática de este país, hay una cacería. Hemos escuchado que quien va a defender una moción de censura contra ella ha falsificado su currículum en la asamblea de Madrid. ¿Estamos todos locos? Ella se está defendiendo, pero aquí se condena con demasiada premura y me da la sensación de que dependiendo de en qué partido se esté también se condena de una manera o de otra.
- ¿Sus encuestas dibujan su escenario ideal para 2019?
-Nuestro escenario para 2019 no depende de las encuestas, sino de lo que queremos que pase, ganar y gobernar en Asturias y recuperar muchos municipios que se perdieron en 2015. No nos conformaríamos ni aunque esos sondeos fueran mejores, pero reflejan una situación puntual en la que no hay ni candidatos, pero sí parece claro que tenemos muchas opciones de ser el partido más votado y de vencer en municipios importantes.
- ¿Hasta qué punto están dispuestos a pactar la candidatura municipal con la junta local de Oviedo, como pide Caunedo?
-Me satisface que la opinión pública y los medios de comunicación se interesen por las candidaturas del PP. Eso demuestra que somos el partido ganador y que la gente quiere saber quién le va a gobernar a partir de 2019. A partir de ahí, nosotros tenemos banquillo, y amplio. Nos sobra. Y las candidaturas nunca se imponen, siempre se habla con las juntas locales para buscar el mejor perfil.
- Agustín Iglesias Caunedo anuncia que renuncia en Oviedo y viaja a explicarse a Madrid. ¿Bien?
-Caunedo puede reunirse con sus compañeros en Génova. No sé si es lo normal o no, pero está en su derecho. Lo que sí me parece lo más normal y lo más lógico es que no vaya a ser candidato en Oviedo. Tiene una situación judicial complicada y al manifestar que no va a concurrir lo que hace es facilitar, dar un paso importante y necesario para dilucidar la lista en Oviedo.
- ¿En qué plazo deberían tener las listas hechas?
-No manejamos plazos. Tenemos un esquema de lo que pueden ser los candidatos en la inmensa mayoría de los municipios. Aún no se ha decidido ninguno, pero sí hay un grupo de personas en cada junta local trabajando para formar candidaturas y que luego los comités electorales elijan a los mejores.
- ¿Susana López Ares da el perfil?
-Claro. Y muchas personas más de la junta local de Oviedo. Tenemos tanto banquillo que va a ser muy difícil elegir el mejor. Hay muchos y buenos, y Susana es un ejemplo. Cómo no va a dar el perfil si está en el comité de dirección del grupo en el Congreso. Pero podría ser igualmente José Agustín Cuervas-Mons, que está en la junta de Oviedo, o Ramón García Cañal, que también es diputado. Nuestra suerte es que tenemos muchas personas con garantías para desbancar a un tripartito que está haciendo mucho daño a los ciudadanos de Oviedo.
- ¿Me da el parte de las relaciones con Foro?
-De normalidad.
- ¿Qué significa eso?
-Que somos dos partidos que nos respetamos, que en un momento dado concurrimos a las elecciones en una coalición que fue buena para Asturias y para España y que ganó con amplitud al PSOE. Ahora bien, Foro tiene sus especificidades como partido y no somos iguales, ni mucho menos. Por ejemplo, nosotros no queremos la cooficialidad. Foro no ha sido claro y no sabemos si va a defenderla o no. Esa es una cuestión importante que nos separa, como hay otras que nos unen. De hecho, nos presentamos a las elecciones generales con un programa de coalición que se está cumpliendo bastante bien.
- Ellos no opinan lo mismo.
-Por eso digo que somos distintos. Es muy difícil cumplirlo al cien por cien, pero creo que se le está dando un buen cumplimiento. Ellos hacen su papel de partido distinto al PP y lo respetamos.
- ¿Una reedicion del acuerdo estaría hoy más lejos que cuando se firmó el pacto?
-Ahora no se plantea una futura coalición, no toca. Nosotros estamos haciendo política de oposición responsable, no es momento de hablar de coaliciones.
- ¿Puede ser el asturiano un punto de fricción definitivo?
-Nosotros no vamos a cambiar nuestra posición respecto al asturiano en ningún momento. A partir de ahí, los que quieran pactar algo con el PP deben saber que de ahí no vamos a bajarnos.
- ¿Prefieren competir contra Carmen Moriyón en Gijón o en el Principado?
-Nosotros no vamos a elegir los candidatos del resto de partidos. Son los demás los que salen a ganar al PP. Los favoritos, el partido grande, es el PP.
- Tienen que combatir el progreso de Ciudadanos, pero a lo mejor llegan a necesitar su apoyo. ¿Cómo se gestiona eso?
-Tiene que haber un escenario preelectoral y electoral y otro poselectoral. De aquí a las elecciones, para que la gente decida a quién entregar su confianza, debe conocer algunas cuestiones básicas. ¿Ciudadanos quiere acabar con los colegios concertados? Sí. Ellos no querían el AVE, nosotros sí, y de primera categoría? En el escenario poselectoral, si necesitamos de la ayuda de otros partidos tenemos que ser capaces de estar abiertos a negociar cuestiones en las que coincidamos.
- Les acusan de bloquear el crédito extraordinario. ¿Tanto les molestó, tanto les inquieta el súbito apoyo de Podemos al Gobierno?
-La inquietud lo define muy bien. Nos inquieta, aunque no nos sorprende, que el PSOE acabe negociando con Podemos, pero no sabemos lo que se ha negociado más allá del crédito extraordinario. Paradojas de la vida, Podemos llegó a la Junta lleno de críticas al arecismo y la mayor parte de este crédito está para pagar las deudas del arecismo. Hay que ser coherentes, y como no sabemos qué hay detrás del pacto, y como ellos tienen capacidad numérica para aprobarlo, lo que no pueden hacer es pedirnos a los demás adhesiones inquebrantables a no sabemos qué.
- ¿Qué le lleva a pensar, aparte de este acuerdo, que se articula un tripartito de izquierdas en la política regional?
-Este es el primer ejemplo. Están poniendo las bases para que un tripartito pueda gobernar Asturias en 2019. Todos claman además por el apoyo de los otros, incluida la FSA. Quieren pactos con las izquierdas, y no les importa que sean las más radicales. Las exigencias de Podemos para aprobar un presupuesto no están reflejadas en ningún sitio de la ley de crédito extraordinario: algo se negocia por debajo de la mesa.
- Pero algo hay también en el crédito de lo que pedía el PP.
-No mucho. Hablar de arreglar la explanada de Covadonga cuando se esté acabando el año de los centenarios es ir muy a rebufo. Nosotros pedíamos el tren cremallera a los Lagos, que aparece. Hay algunas cuestiones que nosotros planteamos que sí figuran y otras más importantes que no. No vamos a pedir que quiten lo que pedimos, pero tampoco nos conformaremos con unas migajas para gloria de un tripartito.
- Si la cooficialidad no es una cuestión esencial de las que preocupan a los ciudadanos, ¿por qué sacan el tema sin parar?
-Porque nos la quieren imponer. Porque están trabajando para imponérnosla si tienen los votos suficientes en 2019 y tenemos que decírselo a los asturianos. Nosotros defendemos el asturiano, pero creemos que la oficialidad es una imposición innecesaria que no exige la sociedad asturiana. Así nos lo dicen cuando recorremos los pueblos y las ciudades de Asturias. Nos felicitan por ser firmes en el rechazo a la cooficialidad.
