Al arranque de la tramitación parlamentaria de la ley de crédito, ayer, estaban llamados 28 comparecientes además de los miembros del Gobierno. Se presentaron ocho. Habían sido convocados con prisa -no fueron citados antes del viernes- y a cuenta de esa asistencia escasa se reanudaron las acusaciones de ida y vuelta entre los grupos que apoyan el plan de gasto adicional del Principado -IU, PSOE y Podemos- y la parte de la cámara que lo denuesta -PP, Foro y Ciudadanos-. Todos volvieron a atribuirle al otro el retraso en la tramitación, unos porque los otros no quisieron la tramitación de urgencia -que se ahorraba las comparecencias-, los otros porque la izquierda invirtió demasiado tiempo en las negociaciones.

Los grupos que se oponen, eso sí, coincidieron en negarse a presentar enmiendas de totalidad, lo que demoraría aun más el trámite, y el PP reavivó sus insinuaciones respecto a la posible existencia de un "pacto oculto" que explicaría el súbito apoyo de Podemos al crédito. "Ya hay quien habla", sostiene la presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, de que el "nuevo tripartito" de izquierdas negocia "un tercer crédito extraordinario", que sería adicional a los 111 millones que ahora se tramitan y al posterior que el Principado plantea en materia de función pública, previsto para ser activado en cuanto el Gobierno central defina la normativa básica aplicable a estas cuestiones. Los grupos concernidos niegan esta posibilidad.

La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, intervino en la controversia, mientras tanto, con un último intento seguramente baldío de convencer a los reticentes. Dirigiéndose sin nombrarlo al PP, Carcedo aseguró que durante la negociación hubo quien retiró su apoyo al proyecto al ver "que otros lo respaldaban",(Podemos). "Les ha importado más quién apoyaba que qué se apoyaba".

Sin acudir a la Junta por falta de tiempo, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, criticó en un escrito dirigido a la cámara la premura de su convocatoria para comparecer, volvió a manifestarse en contra del rechazo que la cámara otorgó en diciembre al proyecto de presupuesto del Gobierno y lamentó que este crédito "no permite cubrir las previsiones" inversoras de aquél, que por otra parte la patronal tampoco consideraba "suficiente para atender las prioridades de inversión y promoción económica". La última crítica de FADE se ceba con el retraso en la tramitación y apela a la "responsabilidad de los grupos "para desbloquear lo antes posible esta situación".