Fue una de las subastas del campanu más emocionante de los últimos años en Cornellana (Salas) con un saldo considerable, 12.300 euros. Ése es el precio que pagó la sidrería "El Bosque" de Oviedo por el primer ejemplar de la temporada en el río Narcea. A saber: 9,4 kilos y 92 centímetros de largo que echó a tierra el viernes Juan Carlos Rodríguez Menéndez, de Grado. Un salmón que disfrutarán los capitanes del Real Oviedo, tal y como apuntó el propietario de la sidrería ovetense, Diego Javita. "Venía con la idea clara de ganar la subasta, era la primera vez que venía y estaba motivado", afirmó Javita tras llevarse el campanu. Y es que la subasta, en la que participaron siete negocios hosteleros y una empresa salense, no pudo ser más emocionante. Comenzaron en 2.000 euros y subidas de cien euros. Rápidamente llegó a 5.000 euros y el público rompió en aplausos para animar la puja. "Es el orgullo del Narcea", se dijo.

Desde ese momento, tres pujadores centraron el último tramo de la subasta, dos de ellos de Salas. Así, hasta llegar a los 12.000 euros, superando así lo pagado hace una semana en el Sella: 11.900 euros. "No pensé que iba a llegar a esa cantidad", comentó Suárez, feliz con su campanu camino de Oviedo. Sin comensal ni receta prevista, "hablaré con el chef", agregó.

El que no se pudo quitar la sonrisa de la cara en toda la jornada fue el pescador Juan Carlos Rodríguez. "Todavía no me lo creo, ni que picó ni que es el campanu, es mucha la emoción que siento", afirmó el joven, de 27 años y vecino de Santa María de Grado. Allí también estaba su novia, Silvia Peláez, quien ayudó con la sacadera para llevarse al rey del río. Al término de la puja pues no podía creer el precio alcanzado: "Presta que haya superado al del Sella", dijo el joven. Con los 12.300 euros prevé acabar de pagar "alguna cosilla" y equiparse por completo para la pesca. Ayer ya pudo empezar porque recibió dos cañas de último modelo que le regaló un patrocinador, así como dos permisos de pesca, en modalidad compartida (hasta 4 personas) en el río Skjálfandafljót de Islandia, el próximo mes de junio. "Me voy a llevar a la familia", sentenció el joven ribereño.

Satisfechos con la subasta también se quedaron en el Ayuntamiento de Salas, la directora de la Feria del Salmón, Ángeles Fernández, encargada también de llevar la puja así lo sintió. "La subasta fue apretadísima y alcanzó un precio alto; creo que por fin queda claro que el campanu se subasta en Cornellana", sentenció al tiempo que aludió a la "importancia ancestral" de la celebración siendo "un símbolo de asturianía y punto de encuentro de cualquier pescador que se precie". Fernández agradeció el apoyo del público, que animó la puja con aplausos y palabras de ánimo. A la subasta también acudió el presidente de la sociedad de pescadores "Las Mestas del Narcea", Enrique Berrocal, quien alabó la captura del campanu "con el río tan complicado para la pesca". Además, animó a Rodríguez a disfrutar del momento, "que nunca va a olvidar".

Cornellana volvió ayer a ser el centro de la pesca del salmón en Asturias. El monasterio de San Salvador, donde antaño tocaban las campanas cuando salía el primer ejemplar, fue el marco perfecto para la subasta del primer salmón del río Narcea echado a tierra.

Por otro lado, el ribereño Pablo Ardura, natural de Mones, en la parroquia de Muñás, pescó el campanu del Esva a las 14.30 horas de ayer. El primer salmón del río valdesano midió 76 centímetros y pesó cuatro kilos y trescientos gramos. El ejemplar fue echado a tierra en el coto Piedra Blanca, en el Pozo Pata María, con cebo natural.