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Llega la hora de la verdad para la FSA

La elección del candidato a la Presidencia del Principado, reválida para Barbón y también para los críticos de Sánchez

Llega la hora de la verdad para la FSA

No ha pasado un año de las primarias en las que Pedro Sánchez recobró el timón del PSOE tras una incontestable victoria sobre la andaluza Susana Díaz y el socialismo asturiano, dividido por aquel comité federal del 1-O y más aún por la abstención que allanó la investidura de Rajoy, se encuentra ante una nueva encrucijada.

La conocida renuncia de Javier Fernández a repetir como candidato autonómico hacía del cartel electoral en Asturias un puesto clave en el organigrama del socialismo asturiano, de ahí que cuando se lanzó la carrera por la dirección de la FSA tanto José María Pérez como Adrián Barbón dijeran por activa y por pasiva que esa no era su guerra, que el partido requería dedicación exclusiva. La apuesta de Adriana Lastra por el alcalde de Laviana fue ampliamente ratificada por las bases del partido y aquella promesa de que Barbón no sería el candidato -aseguran que sus preferencias iban por seguir la referencia de Luis Martínez Noval como diputado en Madrid y secretario general de la FSA- empezó a perder peso en el discurso oficialista, a desvanecerse porque casi nadie creía en el tirón que pudieran tener otros compañeros de ejecutiva para aguantar el peso del relevo electoral para la presidencia del Principado frente al ala crítica, que aireó los nombres de Fernando Lastra y Guillermo Martínez. En esto llegó Pedro Sánchez en su primera visita a Asturias tras su "reconquista" de la secretaría general del PSOE y mandó parar. Señaló directamente a Barbón como el futuro del socialismo en Asturias, un mensaje que tenía como finalidad desactivar la estrategia de un sector crítico, ciertamente venido a menos tras los congresos federal y autonómico. Ahora, la elección del candidato al Principado pondrá a unos y a otros frente al espejo de su realidad porque supone una reválida para ambos.

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