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Presidente de la Federación Asturiana de Caza

Valentín Morán: "No somos ni salvajes ni asesinos; la caza es una actividad legal que genera riqueza"

"Queremos que la Administración salga al paso de los ataques y las vejaciones que estamos sufriendo por parte de grupos ecologistas"

Valentín Morán, en Llanes. CRISTINA MURUZÁBAL

Valentín Morán preside la Federación Asturiana de Caza del Principado de Asturias desde hace siete años. Jubilado de la minería, vive en Morcín, tiene 56 años, está casado y tiene tres hijos. Hace una semana fue el encargado de leer un comunicado con las quejas y las aspiraciones de los cazadores durante una concentración celebrada en Oviedo, en protesta por los ataques que el sector está recibiendo, sobre todo en las redes sociales, por parte de algunos movimientos ecologistas y animalistas.

-¿De qué se quejan los cazadores?

-La concentración del pasado 15 de abril fue convocada en protesta por el acoso al que nos estamos viendo sometidos, sobre todo en las redes sociales, por parte de grupos animalistas y ecologistas. Reclamamos nuestro derecho a cazar. La caza es una actividad totalmente legal y reglada y queremos que la Administración, los poderes públicos salga al paso de estas acusaciones y vejaciones que estamos sufriendo. Que estos ataques no queden impunes. No somos salvajes ni asesinos. Ejercemos una actividad tradicional, que reporta beneficios a la sociedad.

-¿De qué se les acusa?

-De todo. De asesinos. Atacan, por ejemplo, a los niños que demuestran su afición a este deporte. Parapetados tras las redes sociales se han publicado mensajes que los que se desea la muerte de los cazadores. Se nos amenaza y se nos agrede verbalmente. Incluso en algunas ocasiones llegan a interrumpir nuestra actividad. Ya está bien. Las instituciones deben ser sensibles con nuestra actividad.

-¿Qué le diría a quienes no aceptan la caza?

-Que la caza es una actividad reglada y necesaria, que genera mucha riqueza. El Ministerio de Agricultura calcula que la caza genera un flujo de unos 4.000 millones de euros al año en España, y entre empleos directos e indirectos suma alrededor de 55.000. Hay casi un millón de cazadores en España, por lo que somos un colectivo a tener en cuenta. Y también votamos. Y lo hacemos a partidos muy distintos, con ideologías dispares.

-¿Por qué afirma que la caza es necesaria?

-Muchas especies necesitan una regulación, porque en caso contrario sus poblaciones se dispararían hasta límites insostenibles y provocarían daños inasumibles. El caso es que nosotros pagamos por ello. La caza, bien gestionada, genera muchísima riqueza. Los cazadores somos los primeros interesados en la conservación, porque sin ella nuestra actividad desaparecería. Es más, muchas especies desaparecen en cuanto dejan de tener interés cinegético.

-Algunos grupos ecologistas quieren prohibir la participación de perros en las cacerías...

-Están equivocados. Es para lo que nacieron esos perros, que a los dos meses ya sigue rastro o se quedan puestos porque tienen ese instinto y va en su ADN. Lo triste es que algunos de los que exigen que los perros de caza dejen de participar en aquello para lo que nacieron tienen, por ejemplo, huskys siberianos cerrados en pisos a cuarenta grados de temperatura y los sacan diez minutos a pasear, cuando nacieron para vivir libres.

-También hay conflictos con senderistas y con cicloturistas...

-Todo el mundo tiene derecho a disfrutar del monte. Nosotros también. Con la mayoría de los senderistas y los ciclistas no hay problema, pero a veces hay algunos que se empeñan en no dejarnos cazar, en pasar cuando no deben, en sentarse donde nos interrumpen... Son una minoría, pero habría que regular, elaborar un protocolo de actuación, aplicando el sentido común. Al cazador le tiene que gustar el campo, la naturaleza. Yo me considero un ecologista, pero hay que entender bien la ecología. Estamos en contra del maltrato animal, pero cada uno tiene que estar en su sitio: las personas en el sitio de las personas y los animales en el de los animales.

-¿Considera adecuada la actual normativa de caza?

-Este año no ha habido muchas novedades. La ley de Caza está bien, pero data de 1979 y las normas deben adecuarse a los tiempos.

-¿Por ejemplo?

-Habría que flexibilizar la normativa, por ejemplo, en cuanto a sanciones, porque algunos son desproporcionadas. Te pueden sancionar con una falta grave, una multa de entre 1.500 y 7.000 euros y cinco años sin licencia por no llevar chaleco mientras estás comiendo un bocadillo apoyado en tu coche. El problema es que la ley puede ser interpretada de muchas maneras. Queremos una norma clara y entendible por todos, y lo menos interpretativa posible. En el caso del chaleco, por ejemplo, es obligatorio en la acción de cazar. Pero cuando comes un bocadillo, cuando cambias de puesto, cuando no hay armas apostadas no estás en acción de cazar, y el chaleco no debe ser obligatorio.

-Hay quien defiende que el lobo sea declarado especie cinegética. ¿Qué opina?

-Me da igual, pero si eso significara que los daños tendríamos que pagarlos nosotros, diría rotundamente no. Otra cosa es que sea como en otras comunidades autónomas, en las que se caza pero los cargos los asume la Administración. Lo que deseamos es que se regule la población del lobo y que haya los ejemplares que pueda asumir la población. Lobos, si, pero hasta qué punto y cuántos es la cuestión. Y si se decide regular su población, para eso estamos los cazadores. Además, no hay diferencia entre que regulen los guardas o los cazadores; bueno, sí, que si lo hacemos nosotros sale gratis.

-¿Está empezando a causar conflictos a los cazadores el oso con el aumento de la población?

-En principio, no. Sí se suspende alguna cacería, lo que supone un trastorno, pero la Administración concede otra. Lo tenemos asumido. No pasa nada. También presta verlos. Aunque con el tiempo hará falta una regulación.

-Esta temporada se han batido los récords de animales cazados...

-Sí, por lo que respecta al jabalí se han abatido cerca de diez mil ejemplares en Asturias. Imagine qué pasaría si no los cazáramos y reguláramos su población. Sería inasumible.

-Han cazado diez mil, ¿cuántos jabalíes hay en Asturias?

-La Administración dice que unos sesenta mil, aunque me parecen muchos. Pero sí es verdad que hay superpoblación.

-¿A qué se debe?

-A la despoblación del medio rural, lo que hace que colonicen áreas donde encuentran comida y refugio fácil. Por ejemplo, en los alrededores de Oviedo, donde hay fincas totalmente cubiertas de maleza y llenas de avellanas, nueces, castañas, cerezas,"nisos"... que ya nadie recoge. Además, como son omnívoros también se alimentan de carroña. Están muy bien adaptados y se multiplican. Ahora donde hay menos jabalíes es en las zonas altas, debido a la presión del lobo.

-Últimamente se están organizando monterías a la antigua usanza: a caballo, sin móviles ni miras telescópicas, incluso con armas antiguas... ¿Es una moda pasajera o ha venido para quedarse?

-Cazar sin nuevas tecnologías tiene su atractivo, pero de momento es ocasional. Se está poniendo de moda porque gusta recordar viejos tiempos, pero no es lo habitual.

-¿Tienen muchos conflictos con los ganaderos?

-No. Ocasionalmente a causa de los daños provocados por las especies cinegéticas. Ahora estamos pendientes de que la Consejería (de Infraestructuras) elabore un nuevo baremo de daños acorde con los tiempos.

-Hábleme del furtivismo.

-No es como antes. Hay poco, cada vez menos. Desde la asociación intentamos combatirlo.

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