El Consejo de Gobierno ha aprobado esta mañana el nuevo plan estratégico de residuos del Principado hasta el año 2024, que cuenta con un presupuesto estimado de 118,3 millones de euros. El consejero de Infraestructuras ha destacado el trabajo realizado de manera conjunta entre el personal de su departamento y el consorcio Cogersa que parte con dos objetivos prioritarios: alcanzar una tasa de reciclaje del 50 por ciento y reducir en un 10 por ciento la generación de basuras en toda la región.

"Estamos ante un problema de nuestro tiempo y los objetivos deben ser cada vez más exigentes", ha planteado Lastra, quien ha puesto en énfasis que se trata de "un plan de Asturias y para Asturias en el que todos debemos estar comprometidos, instituciones, industrias y ciudadanos. Del grado de ese compromiso dependerá el éxito del plan".

La nueva estrategia prevé implantar la recogida separada de biorresiduos domésticos y comerciales; es decir, los que se generan en la preparación y elaboración de alimentos, así como los restos vegetales, que actualmente terminan en la bolsa negra. El nuevo plan persigue incrementar el compostaje doméstico y comunitario y que los vecinos de zonas urbanas separen la materia orgánica en origen y la depositen en el nuevo contenedor de color marrón. Para promover la recogida separada, Cogersa seguirá apoyando a los municipios en la implantación de este servicio, pondrá en marcha campañas informativas y establecerá la gratuidad del tratamiento de la materia orgánica para los ayuntamientos, al menos, hasta 2024.

Cogersa recibió el año pasado más de medio millón de toneladas de desechos domésticos y comerciales. De esta cantidad, la recogida separada alcanzó sólo el 27%. Para mejorar esta situación, la estrategia regional de residuos apuesta por construir y mejorar una serie de infraestructuras necesarias para tratar los desechos urbanos de forma más adecuada. Así, para la gestión de la fracción resto (bolsa negra) se construirá una planta que permita rescatar los materiales reciclables y elaborar combustible sólido recuperado (CSR) para su posterior valorización, preferentemente química, en combustibles de segunda generación y otros compuestos y, si esto no fuera posible, para su valorización energética en instalacilnes de dentro o fuera de la región como, por ejemplo, la térmica de la Pereda, que depende de Hunosa.

Además, se plantea aumentar la capacidad de la planta de clasificación de residuos recogidos de forma separada (vidrio, envases ligeros y papel y cartón), así como incrementar el volumen de la de biometanización, para facilitar el tratamiento de los biorresiduos, y la de la que transforma lodos en compost. Asimismo, se mejorará la red de puntos limpios. Igualmente, se propone habilitar un vertedero de rechazos de la planta de selección de la bolsa negra para dar cabida a los residuos no valorizables tras su tratamiento previo.

Durante el período de exposición pública del documento se recibieron 406 escritos de alegaciones de partidos políticos, empresas, colectivos sociales y particulares. Todos ellos han sido objeto de estudio y tienen contestación en el plan, que busca el mayor consenso posible en la gestión de residuos y apuesta decididamente por la prevención, la reutilización y el reciclado.