A pesar de los pocos textos medievales que se conservan, estos muestran que la lengua asturiana era el idioma mayoritario de la gente que vivía en el Reino de Asturias (718-925 DC). En ese sentido, a pesar de existir un registro culto que era el latín, la multitud de 'faltas de ortografía' que aparecen en los documentos de la época está permitiendo analizar unos fenómenos lingüísticos diferentes al de otros territorios peninsulares.

Así lo ha explicado el catedrático de la Universidad de Oviedo, Xosé Lluis García Arias, en declaraciones a Europa Press, que ha participado este viernes en Oviedo en la mesa redonda 'L'asturianu: la llingua d'un Reinu', incluida dentro de la programación de Covadonga Centenarios 2018 y donde también han participado los profesores de la Universidad de Oviedo Miguel Calleja Puerta, Francisco Javier Fernández Conde y Margarita Fernández Mier.

Para Arias, de la lectura de los documentos originales de los siglos IX y X se puede ver que el tipo de latín que se escribía "estaba lleno de faltas", una situación que muestra, según este experto, que "los pocos que escribían tenían poca preparación" y que "lo que hablaban en casa era el asturiano".

"Ese problema, de tener que escribir una lengua que conocían poco, hacía que la escritura estuviera llena de faltas, pero eso nos permite estudiar fenómenos lingüísticos que se estaban produciendo que eran de tipo asturiano, tanto en Asturias como en León, y que eran diferenciadores de lo que estaba pasando en otros territorios peninsulares", ha indicado.

Por otro lado, Francisco Javier Fernández Conde ha explicado que en esa época la sociedad asturiana estaba "fragmentada" y "dividida" a través de una serie de centros de poder, "una cuestión que ha de tenerse en cuenta a la hora de estudiar las variedades del asturiano".

Mientras tanto, Miguel Calleja Puerta señala que aunque la documentación medieval asturiana es escasa "puede apreciarse la convivencia de varios niveles". Así, ha dicho que desde la Corte asturiana hay una intención "clara" de utilizar el latín, pero que eso es algo que convive "con una documentación de la gente común donde comienza a surgir la lengua romance --el asturiano--".

Para acabar, Margarita Fernández Mier ha explicado que la "cultura material" de la época está "poco estudiada". "Hay una arqueología monumental y una historia de la monarquía, pero hay muy poca información del resto del territorio y de la vida de las comunidades locales", ha indicado.

Así, ha señalado que esto supone que hay muy poca documentación escrita de cómo hablaba la población. Con todo, ha afirmado que no se sabe si la monarquía hablaba asturiano, "pero está claro que esta era la lengua que hablaba el pueblo".