Nueva denuncia por trata de personas, delito contra la salud pública y prostitución contra el club Model's, situado en la localidad sierense de Granda, que aún sigue abierto pese a la orden de cierre dictada por la sección tercera de la Audiencia. Dos particulares están detrás de esta nueva denuncia que se investiga en un juzgado de instrucción de Pola de Siero. La denuncia va contra el propietario del establecimiento, J. R. T. G., quien viene negando en los últimos años cualquier relación con la actividad de prostitución. La empresa sostiene que la denuncia responde a una venganza por desavenencias con otro empresario por la marcha de un negocio. Se trataría del burdel Love de La Junquera, en Gerona. Sin embargo, el letrado de estos particulares, el malagueño Miguel Mérida, descarta inquina alguna pues los actores de este procedimiento y el de Gerona "son personas totalmente distintas y que nada tienen que ver los unos con los otros".
La denuncia fue presentada hace aproximadamente mes y medio, según indicaron fuentes conocedoras del caso. Se trata de una denuncia "sin contenido", según indicó el abogado de J. R. T. G., el gijonés Ricardo González. No obstante, en ella se apuntaría a la presunta explotación de extrajeras en el club de alterne. El miércoles que viene han sido citadas a declarar como testigos tres mujeres de nacionalidad rumana que aseguran haber sido explotadas en el burdel, cuyo cierre ordenó la sección tercera de la Audiencia Provincial el año pasado. El fallo está recurrido, por lo que aún no se ha ejecutado.
Las mujeres aseguraron a un medio nacional que, aunque no eran obligadas a prostituirse, sí eran forzadas a tener relaciones sexuales gratis con su jefe y los amigos. Llegaban a tener hasta 25 relaciones en una misma noche, relataron.
Con ser mala su situación, añadieron, no era nada comparado con el trato que recibían otras chicas explotadas en el mismo burdel, ya que incluso las agredían delante de todo el mundo.
La descripción de estas agresiones cuadra con las supuestamente perpetradas por los Sandulache, cuyo juicio tendrá que repetirse por un error en la constitución del tribunal. En las vistas ya quedaron claras las tácticas de este violento clan rumano, que obligaba a las mujeres a abortar o incluso a comer billetes, y que las sometía a brutales palizas y violaciones sin miramientos. Las declaraciones de estas mujeres han caído como una bomba y el letrado de J. R. T. G. ya ha anunciado una querella por calumnias.
El empresario que según la empresa habría instigado la denuncia ha difundido en las redes sociales las razones de su inquina hacia J. R. T. G., del cual asegura que es el verdadero dueño del Model's, escondido tras varios "testaferros". Según asegura, llegó a un acuerdo con J. R. T. G. para la explotación del club de La Junquera, pero éste se quedó luego con la licencia del establecimiento y el perjudicado no recibió el dinero prometido. Hay un contencioso frente al ayuntamiento de Agullana por el asunto del club Love.
También asegura que ha recibido "visitas" de enviados de J. R. T. G. para advertirle de las consecuencias de seguir con su cruzada contra este empresario y que los testigos llamados a declarar están recibiendo presiones.
