El avistamiento de osos, que lentamente van saliendo del periodo de hibernación con algo de retraso sobre la época habitual, se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos en Asturias durante este puente del Primero de Mayo. Han sido muchos los visitantes que se han acercado a los puntos de observación, facilitada en esta primavera aletargada por la actividad de los plantígrados y su abundante movimiento en busca de alimento y pareja para reproducirse. En el concejo de Somiedo, por ejemplo, en los últimos días han proliferado sobre todo las osas con crías que se dejan ver y los curiosos apostados con prismáticos y telescopios en torno a las zonas donde resulta más habitual verlos, para regocijo de las cada vez más abundantes empresas dedicadas al avistamiento de fauna salvaje y de los alojamientos de la zona.

Ayuda el ascenso en el número de osos registrados en Asturias y los guías han notado el incremento de la movilidad a ambos lados de los puntos de observación. Las salidas de la hibernación se han retrasado, apuntan, porque en esta primavera retrasada todavía no se ha retirado del todo la nieve, pero el calor fugaz de abril ha hecho que prácticamente todos estén ya fuera y que se haya incrementado el movimiento de hembras con cría y de machos, porque empiezan los celos y se empiezan a mover mucho en busca de pareja.