Esperando el autobús a las ocho de la tarde en un día de invierno, mientras volvían a casa de una cena o incluso mientras bailaban con otras amigas en bares de copas de la zona de Fomento, en Gijón. Esos son solo algunos de los momentos en los que las jóvenes asturianas dicen haberse sentido víctimas de un abuso sexual. Hoy, años o en algunos casos meses después de los hechos, estas chicas se atreven a contarlo. Dan un paso al frente y relatan su historia uniéndose con su testimonio al movimiento #cuentalo, surgido en Twitter después de la polémica sentencia que condenó por abuso sexual a los miembros de La Manada.

Estos son algunos de los testimonios:

Virginia: "Con 20 años volvía caminando de clase particular a las 13:30, por una calle concurrida de Oviedo. Un hombre de unos 60 años me llamó desde un banco para que "le hiciera compañía"

Matilde. "Una amiga y yo hicimos autostop de Oviedo a Gijón, tendríamos sobre 17 años. Un tipo nos llevó en su coche y en la autopista se masturbó mientras conducía. Nosotras mirábamos para la ventanilla contraria para intentar no verlo. Nos apeó sin decir nada. Podría contar más.

Graciela: "Cansada de no sentirme cómoda bailando en los bares por las miradas asquerosas de aquellos que no saben vernos más que como un objeto sexual. Esto pasa solo en ciertos locales, pero por desgracia no son pocos y ayer el Cabaret (Gijón) fue ejemplo de ello".

Xena: "Cuando en tu ciudad es normal que un tipo conocido ya por todos y todas pueda subirse en el autobús todos los días y acosar ,insultar y hacer tocamientos a niñas y mujeres. Esta pasando en mi ciudad Gijón, y denunciar no sirve de nada".

Aida: "Volviendo sola de fiesta de Gijón a primera hora de la mañana con 17 años me tuve que encerrar en uno de los baños porque un tío de unos 40 no dejaba de seguirme ofreciéndome sexo".