Asturias, al igual que el resto de las regiones europeas, se expone a un recorte general del 5% en las ayudas al campo para el periodo 2020-2027 y a una pérdida del 7% de los fondos de cohesión, en virtud del nuevo marco financiero anunciado ayer en Bruselas para el próximo presupuesto de la UE. Tal como se sospechaba desde hace meses, aumentará el gasto dedicado a políticas como inmigración, seguridad, defensa, investigación, innovación y economía digital.

La PAC deja en Asturias más de 70 millones de euros anuales, sumando las ayudas directas a las explotaciones y las correspondientes al desarrollo rural. Es uno de los pilares de la renta de los ganaderos y fundamental para la subsistencia de un alto porcentaje de explotaciones que obtienen de ella casi el 50% de sus ingresos. Pero la confirmación respecto a la disminución de los fondos no es una buena noticia para Asturias.

La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales defiende un presupuesto que no pierda ni un céntimo respecto al actual, que cubre el periodo 2014-2020. Así lo asegura la titular del ramo, María Jesús Álvarez, quien también aboga por que la PAC se oriente "a los profesionales del sector primario, que son los que generan empleo y actividad; una idea que parece que va en la buena dirección".

La PAC necesita un presupuesto suficiente y garantizado como única forma de asegurar el mantenimiento de la agricultura en Europa, afirma Álvarez. "Es responsabilidad del Gobierno estatal, de Mariano Rajoy y de la ministra Isabel García Tejerina, la defensa de un presupuesto que no descienda respecto del actual, para asegurar el futuro de la agricultura y la ganadería", indica la Consejera.

La Comisión mantiene la propuesta, ya esbozada en su comunicación de noviembre, de que cada país diseñe un modelo propio de aplicación elaborando un plan estratégico nacional, dando más capacidad a los estados miembros para adaptar la PAC a su realidad territorial, productiva y sectorial. "Nos preocupa mucho la posibilidad de que la PAC se renacionalice y que Europa renuncie a tener y defender un modelo agrícola propio", señaló la titular de Desarrollo Rural. El presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el comisario de Presupuestos y Recursos Humanos, Günter Oettinger, desvelaron ante el pleno de la Eurocámara el borrador presupuestario, que será el primero sin el Reino Unido, que abandonará el bloque comunitario en marzo de 2019.

Precisamente la salida de los británicos, hasta ahora contribuidores netos (es decir, un país que aporta a las arcas de la UE más de lo que ingresa), es uno de los motivos principales del ajuste presupuestario. También es la "excusa" ideal para los países que defienden un menor peso de la PAC y de los fondos de cohesión en la partidas, como es el caso de Alemania.

Bruselas propone un presupuesto plurianual de 1,1 billones de euros, lo que representa un 1,11 por ciento de la renta nacional bruta de los veintisiete estados y, según la Comisión, "una cifra comparable al actual presupuesto si se tiene en cuenta la inflación".

"Estas políticas se modernizarán para asegurarse de que pueden alcanzar sus objetivos con menos recursos e incluso servir nuevas prioridades", explicó ayer la Comisión.