Reducir el riesgo de mortalidad por factores cardiovasculares, que son las principales causas de defunción en Asturias, donde originan el 32 por ciento de los decesos. Éste es el objetivo que se han marcado la Consejería de Sanidad y la Sociedad Asturiana de Cardiología con la elaboración de tres guías que incluyen recomendaciones relacionadas con el cuidado de la salud cardiovascular. Los documentos han sido presentados esta mañana en la sede de la Consejería, con la presencia de titular de Sanidad, Francisco del Busto, y de los responsables de las ocho sociedades médicas implicadas en el proyecto.

Dos de las guías están dirigidas a personas que padecen enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca. La tercera, destinada a la población general, incluye indicaciones y pautas para mantener una dieta cardiosaludable.

Además de la Sociedad Asturiana de Cardiología, han participado en el trabajo la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc), la Sociedad Asturiana de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular (SAHRVA), la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias (SGGPA), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG-Asturias), la Sociedad Asturiana de Medicina Interna (SAMI) y la Sociedad Asturiana de Diabetes, Endocrinología y Nutrición (Sadeno), que también se han comprometido a recomendar estas pautas.

La elaboración y difusión de estos trabajos se enmarca en el convenio de colaboración firmado en octubre de 2017 por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Consejería de Sanidad para mejorar la calidad asistencial en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares.

Del Busto ha valorado este tipo de iniciativas como ejemplo de la estrecha colaboración que mantiene la Consejería con las principales sociedades científicas y profesionales con representación en Asturias para conseguir una medicina de mayor calidad y más centrada en las necesidades reales de los pacientes.

"Trabajamos con las sociedades científicas porque creemos que es fundamental contar con el conocimiento de los profesionales para usar del modo más eficiente posible los recursos humanos y asistenciales y fomentar el uso de las mejores prácticas; también para ofrecer ayuda a nuestros clínicos en la toma de decisiones, aportando información con un alto nivel de calidad científica", ha explicado el Consejero.

Según Jesús María de la Hera, presidente de la Sociedad Asturiana de Cardiología, Jesús María de la Hera, las nuevas guías buscan "potenciar la prevención y la coordinación con los servicios de atención primaria".

Las guías se caracterizan por un lenguaje cercano y fácilmente asimilable, incluyen pautas y explicaciones sobre algunos de los problemas más prevalentes relacionados con el corazón. También aportan respuestas a preguntas frecuentes de los pacientes y ofrecen recomendaciones para el cuidado de la salud y para diseñar una dieta adecuada y cardiosaludable.

Primera causa de muerte en Asturias

Globalmente, las patologías cardiovasculares fueron la primera causa de muerte en Asturias en 2016, con un 32% de fallecimientos, frente a un 28% de los tumores y un 11% de enfermedades respiratorias. Estrechamente vinculadas al envejecimiento de la población, provocan más muertes entre mujeres (36,11%) que entre hombres (28,47%).

No obstante, la mejora en los hábitos de vida, como el abandono del tabaquismo y el sedentarismo, una mejor alimentación y la continua mejora de la sanidad asturiana en la atención a los problemas cardiacos, ha permitido mejorar los resultados de años anteriores. Así, desde 1999 a 2010, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares se ha reducido en Asturias a un ritmo medio anual del 2,3% en varones y del 2,8 en mujeres.

El diferencial de mortalidad cardiovascular aumenta respecto a España y se reduce en relación con Europa. Esto se debe a que en el contexto europeo el Principado presenta buenas tasas de mortalidad por estas patologías.

La evidencia científica muestra que las enfermedades cardiovasculares pueden ser prevenibles de forma integral: en primer lugar, siguiendo hábitos de vida saludables (en torno al 75% de las causas de estas patologías están relacionadas con el tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión, la diabetes o la obesidad) y, en segundo lugar, mediante una detección precoz. De hecho, proporcionalmente, la mortalidad se reduce más mediante la prevención y el tratamiento óptimo del riesgo cardiovascular que por la mejora en la atención hospitalaria.