"Es increíble ver a tanta gente y sentir su entusiasmo, por eso ha sido un reto, porque quería ofrecer un buen espectáculo para ellos". El equilibrista alemán Alexander Schulz, ganador del Memorial "María Luisa" en la modalidad de vídeo, quería que su visita a Infiesto fuera recordada por todos los que se congregaron frente al Ayuntamiento para ver cómo este joven intrépido cruzaba los 50 metros de distancia entre el jardín de la iglesia y el campanario del Consistorio suspendido en una cinta de nailon a modo de cuerda floja a 10 metros de altura. Y vaya si lo consiguió.

Tras la bendición del párroco local, Manuel García, Schulz se subió en la cuerda para comenzar el que ya es el primer "highline urbano" que este entusiasta del deporte extremo realiza en España para agradecer el premio conseguido en Infiesto.

Así comenzó a cruzar la distancia que separa ambos puntos cuando, a mitad del recorrido, llegó la primera de las sorpresas que el alemán tenía preparadas: sin miedo a la caída, como si se encontrara a ras de suelo, comenzó a realizar acrobacias sobre la cuerda, con lo que se ganó el aplauso del público. Después, de nuevo haciendo fácil lo difícil, reanudó su marcha para llegar hasta el campanario del Ayuntamiento, donde le esperaba para recibirle el alcalde de Piloña, Iván Allende.

Una vez alcanzó la fachada del edificio, el deportista y el regidor se fundieron en un abrazo y el Alcalde le hizo entrega de una bandera de Asturias que Schulz colgó de su arnés para que le acompañara en el recorrido de vuelta. Al volver, de nuevo más acrobacias e incluso un balanceo sobre la cuerda antes de alcanzar el punto final de su recorrido. Pero ahí no acababan las sorpresas. Al llegar, botella de sidra en mano, se atrevió a escanciar para después beberse un culín, ya que, como él mismo dice, le "encanta" su sabor.

Ésta ha sido la primera visita de Alex Schulz a Asturias, pero ya ha prometido que "no será la última" porque se confiesa un "enamorado de su gente y su paisaje". De hecho, el alemán, que tiene el récord del mundo en "highline urbano" tanto en altura como en distancia, ya está buscando lugares en la costa y la montaña asturianas para llevar a cabo más espectáculos como el vivido ayer en la capital piloñesa y batir así más récords.