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"Los pisos turísticos nos hacen perder un 30% de las reservas", denuncian los hoteles

Los empresarios temen no llenar en verano por el boom de los alquileres en la red, que en 2017 eligieron 4.807 visitantes

"Los pisos turísticos nos hacen perder un 30% de las reservas", denuncian los hoteles

Las reservas hoteleras han caído en Asturias entre un 20 y un 30 por ciento en el último año debido al auge de los pisos turísticos que se ofertan online en plataformas como Airbnb y Homeaway, entre otras.

El año pasado 4.807 personas optaron por este tipo de alojamientos en el Principado, frente a 18.494 que optaron por el turismo rural, 2.134 que decidieron pasar sus vacaciones en campings y 113.480 que optaron por los hoteles. Aunque de momento la diferencia entre los turistas que optan por alojarse en hoteles y los que ocupan pisos turísticos es amplia, los empresarios del sector ya notan que cada vez son menos las reservas y algunos incluso temen no llenar en verano.

Andrea Parrondo es propietaria desde hace cuatro años del hotel Balenax en Gijón, que es precisamente la ciudad donde se concentra una gran cantidad de pisos turísticos de alquiler por internet. "Si comparo las reservas de hace años con las que estoy recibiendo en 2018 puedo asegurar que hay meses donde las reservas han caído hasta un 30 por ciento. Tengo miedo de qué pasará en verano, porque no creo que haya tanta demanda para llenar las plazas que ahora se ofertan, y a las que por supuesto hay que sumar este tipo de alojamientos que a nosotros nos está haciendo mucho daño". Se refiere Parrondo a que los propietarios de pisos turísticos que se gestionan desde plataformas online tienen "muchos menos gastos. No disponen de personal y pueden ofrecer precios muy competitivos, contra lo que nosotros no podemos hacer nada".

El boom de los pisos turísticos gestionados online levanta ampollas entre los empresarios del sector. De hecho en Baleares ya se han prohibido y ayer se conocía la noticia de que la Comunidad Valenciana va por el mismo camino. En otras ciudades fuera de España, como es el caso de Berlín, tampoco está permitido este tipo de alojamientos. Asegura otra hotelera gijonesa que "sabemos que el año pasado el Ayuntamiento no dio abasto a dar luz verde a todas las solicitudes que se presentaron para dar de alta este tipo de alojamientos. Necesitamos que se regule el sector o van a acabar con nosotros".

Iván Requejo trabaja en el Hotel Central, también de Gijón y su visión tampoco es muy optimista. "Ellos no pagan lo que nosotros pagamos y está claro que también hay mucha picaresca, gente que no cumple con los requisitos que se exigen pero que pone su piso o su apartamento en internet, y la gente lo reserva igualmente", concreta Requejo.

Con esta radiografía no es de extrañar que los hoteleros teman las consecuencias de una nueva forma de alojarse que cada vez gana más usuarios y que corre como la velocidad de la luz por internet, donde la mayoría de los turistas buscan sus destinos vacacionales.

"Cada vez vemos más apartamentos de este tipo en las plataformas, y de un tiempo a esta parte se ha notado que han caído las reservas. Nosotros oscilamos entre un 10 y un 20 por ciento menos, dependiendo del mes", concreta Iván Requejo.

Más controles

El gerente de uno de los hoteles históricos de Oviedo también alerta de las consecuencias del estallido de este tipo de alojamientos. "Estamos ante una nueva realidad y en otras comunidades ya se están tomando medidas. No podemos competir contra ellos, porque no tienen gastos y en muchas ocasiones las comunidades de vecinos ni siquiera saben que los pisos se están utilizando para alojar a gente, cuando es uno de los requisitos indispensables en Asturias para dar de alta un piso turístico". Los empresarios creen que el Principado debería llevar a cabo controles exhaustivos en estos pisos y acotar las nuevas licencias, ya que consideran que Asturias no tiene capacidad para llenar todas estas plazas, y menos fuera de la época de verano o Semana Santa. "Nosotros dependemos mucho del tiempo", asegura Iván Requejo. El Principado es una de las comunidades más restrictivas a la hora de dar luz verde a un piso turístico, sin embargo, cada vez son más las solicitudes que se registran principalmente en las ciudades de Oviedo, Gijón y Avilés.

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