El profesor de Ceceda (Nava) acusado de abusos sexuales por hablar de sexo por Skype con un alumno de 9 años se ha declarado inocente, alegando que los mensajes que se cruzaba con el pequeño se sacaron de contexto. También aseguró que los regalos que le hizo -mandos a distancia, un volante, unos pedales para la Play Station y diversos juegos-, se los dio porque a él le sobraban y el niño los quería.

El juicio se celebró esta mañana a puerta cerrada en el Juzgado de lo Penal 1 de Oviedo, y testificaron, entre otros, la madre del menor, el director del Colegio Rural Agrupado (CRA) La Coroña, de Ceceda, y los agentes que participaron en la investigación, además de un psicólogo en calidad de perito.

Las acusaciones mantuvieron su calificación inicial, según explicó el abogado de la familia del menor, Luis Tuero, que enmarcó la petición de condena por abusos sexuales en la figura del Cógido Penal denominada "grooming", que es aquella en la que se "intuye" que se utiliza internet y se hacen regalos y favores con un fin determinado y se trata de aplicar la protección penal anticipada.

Según el relato de la Fiscalía, que coincide con la acusación particular, el ahora acusado llegó como maestro interino de Educación Infantil en septiembre de 2015 al CRA de Ceceda. En fecha no determinada, pero aproximadamente en noviembre de 2015, empezó a relacionarse con otros alumnos del centro de entre 6 y 12 años, con los que en ocasiones jugaba en el patio y "a los que prodigaba abundantes besos y abrazos".

Una vez que se había ganado la confianza de un alumno de 9 años, "aprovechando su condición de profesor", empezó a mantener con él conversaciones por Skype durante las noches de los fines de semana. En todas ellas, añade la Fiscalía , el acusado empezaba hablando de cuestiones de interés para el niño, como el fútbol o el colegio, pero "desviaba luego la conversación a temas sexuales totalmente inapropiados y alejados de cualquier fin educativo o didáctico".

Afirma la acusación que "consciente de que tales conversaciones no eran adecuadas, el acusado recordó al niño que las cosas de que hablaban eran secretas". Durante ese tiempo, el maestro hizo varios regalos cierto valor al menor, inapropiados también en una relación habitual de profesor y alumno.

El 9 de marzo de 2016, al advertir la madre del niño que había descendido su rendimiento escolar y alterado su caligrafía, y sospechar del uso que hacía de la tablet los fines de semana, y de los regalos que le había hecho el profesor, decidió denunciar los hechos a la Guardia Civil.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de abuso sexual y solicita una condena de dos años de cárcel, inhabilitación especial de seis años para ejercer cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores, además de no poder comunicarse por cualquier medio con el menor implicado en los hechos, ni acercarse a menos de 300 metros, durante 4 años, y libertad vigilada durante tres años. Además, se solicita una indemnización de 3.000 euros para el niño por daño moral.