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FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ | Profesor titular de Geología de la Universidad de Oviedo | INDIRA RODRÍGUEZ | Investigadora predoctoral en el departamento de Geología de la Universidad de Oviedo

Francisco J. Fernández: "En ciencia no puedes especular, los logros son por perseverancia"

Indira Rodríguez: "En la carrera investigadora hay mucha competencia, tienes que estar muy motivado para superar las dificultades"

Francisco José Fernández e Indira Rodríguez, en el Museo de Geología. IRMA COLLÍN

Francisco José Fernández, profesor de Geología en la Universidad de Oviedo, acude al símil musical para hablar de la carrera investigadora. "Aquí no trabajas nunca de forma aislada sino con otros grupos. Es como una orquesta, donde están los músicos y el director, pero aquí se rompe la dinámica habitual de maestro y discípulo y todos hacemos un poco de músicos", explica. A su lado se encuentra Indira Rodríguez, una de las últimas incorporaciones al departamento. Llegó desde la Universidad de Salamanca para cursar un posgrado en la Facultad de Geología de Oviedo y ahora está preparando su tesis, con una beca de Repsol.

Aunque él rechaza presentarse como tal, la joven sí que ve en Francisco José Fernández a un maestro. "Le gusta lo que hace, explica las cosas con pasión; con él te entran ganas de seguir adelante", afirma. Indira Rodríguez trabaja ahora con Repsol en la interpretación del plegamiento por líneas sísmicas. "Se trata de interpretar qué hay detrás de la transformación", apunta sobre una labor que implica la puesta en práctica de conocimientos de geofísica. Rodríguez celebra la oportunidad de poder trabajar en investigación con grandes empresas que aportan algunos recursos que desde la Universidad no podrían permitirse. Se refiere a las líneas sísmicas, una herramienta de exploración de hidrocarburos que permite conocer de modo aproximado la conformación del subsuelo, la composición de las capas de roca, la forma en que están ubicadas, su profundidad y sus dimensiones. "Nosotros no podríamos fletar un barco y tirar unas líneas sísmicas", subraya sobre el apoyo de Repsol en su investigación. La joven reconoce que tanto el doctorado como la carrera de Geología son "totalmente vocacionales". Cuando anunció que quería centrarse en esta disciplina la primera pregunta fue: "¿Por qué?".

Francisco José Fernández lamenta el desconocimiento que existe entre los estudiantes de Secundaria sobre las denominadas Ciencias de la Tierra. "Se les ha marginado en el currículo", indica, "pero los buenos siempre acaban encontrando hueco", dice sobre los alumnos que llegan a la Facultad de Geología. En su defensa, añade: "Pese a que nos acusan de paraciencia, los geólogos medimos objetivamente con una técnica directamente sobre la roca". En cuestiones de cambio climático afirma que su papel es "ser un poco conservadores". ¿La razón? "Porque el registro geológico nos lleva a ser prudentes. El cuaternario está lleno de cambios climáticos, no es extraño. Es algo que ocurre", explica, por su parte, Indira Rodríguez, quien, no obstante, reconoce que en ocasiones les resulta complicado acercar a la sociedad su conocimiento. "Nos confunden con arqueólogos, geógrafos, antropólogos... No conocen lo que somos", recalca.

La joven investigadora, que acaba de comenzar a trabajar en su tesis doctoral, observa "mucha competencia" en la carrera científica, tanto que "tienes que estar muy motivado y tener ganas para superar las dificultades". En este contexto, el profesor Francisco José Fernández apunta que no ayuda mucho el hecho de que la estabilidad en la carrera docente se haya retrasado mucho , "cerca de los 50 años", calcula, "cuando antes había catedráticos con 30 años". En su departamento el último profesor que ha accedido a la cátedra está a dos años de jubilarse. "Decimos que hay que apoyar a la ciencia pero nosotros tenemos que demostrar lo que hacemos y trabajando en campos teóricos es difícil", coinciden maestro y discípula en su reflexión.

A sus alumnos, Fernández siempre les anima a que, mientras tengan la oportunidad, que disfruten del privilegio de seguir aprendiendo. El buen maestro, añade, es el que tiene a un discípulo dispuesto a escucharle. Indira Rodríguez ha seguido su consejo. Y él, volviendo al símil musical, explica siempre le gustó disfrutar de su papel de músico, "no de director de orquesta porque me restaría tiempo de tocar".

La oportunidad de compartir tarea investigadora con grupos de toda España y del extranjero le reporta la oportunidad, como a los músicos, "de tocar con los mejores". Rodríguez no olvida a quien fue su mentor, el que le animó primero a realizar el doctorado y llegar donde hoy está: Andrés Pérez Estaún. Después, su director de tesis, Alberto Marcos, exrector de la Universidad de Oviedo, le instó a seguir adelante. Y cuando estuvo rodeado de los mejores, "en Manchester, con E. H. Rutter, el genio de la Geología", sintió que éste era su lugar. Eso sí, reconoce que cualquier mérito llega "por perseverancia, no por ser brillante", porque en ciencia, dice, "no puedes especular".

Si bien reconocen que la sociedad que financia la investigación espera recibir información sobre los resultados de la labor científica, corresponde también a los profesores de la Universidad "la puesta al día" permanente. Según el más veterano, lo interesante del trabajo científico es explicar procesos. Los artículos científicos de mayor impacto son aquellos en los que a partir de singularidades logran explicar procesos de otras cordilleras. "Intentamos buscar una respuesta a paradojas", resume sobre su labor. La última fue sobre el proceso de cataclasis relicta (una forma de fractura) en los mármoles de alta presión del complejo de Samaná, al Noreste de la República Dominicana, donde converge la placa americana con las islas caribeñas. Allí pudieron observar cómo los mármoles, en lugar de deformarse se rompían en fragmentos pero en estado sólido, sin perder consistencia. Más cerca de casa, en la cordillera Cantábrica, dicen los geólogos que existe un laboratorio natural. "Si esta Facultad es buena es por el sustrato en el que se asienta", concluyen.

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