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El lobo provoca daños en el 56% del territorio de Asturias, e incluso ha ocupado zonas costeras

El Ejecutivo prepara una norma para impedir que unos pocos ganaderos cobren grandes cantidades de dinero por daños a las reses

El lobo provoca daños en el 56% del territorio de Asturias, e incluso ha ocupado zonas costeras

El área de acción del lobo ocupa ya el 56 por ciento de la superficie de Asturias: ha colonizado incluso zonas costeras. Lo corrobora un exhaustivo estudio realizado por el Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet) y el Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA.

El informe, encargado por la Viceconsejería de Medio Ambiente, concluye que en los últimos veinte años se ha registrado un incremento "significativo" de los daños del lobo, tanto en número de cabezas de ganado como de municipios y superficie afectada. De hecho, los daños del lobo "ya no se circunscriben a las áreas montañosas de la divisoria de aguas cantábrica, donde la especie ha estado siempre presente", sino que ha llegado a ámbitos costeros y a "entornos altamente humanizados", indica el documento.

El CeCodet ha concluido que mientras en 1996 se registraron 1.169 denuncias y 1.472 reses afectadas por ataques del lobo, en los últimos años se han superado las 3.200 denuncias y los 4.500 animales muertos, heridos o desaparecidos. Más: los cánidos protagonizaron en 2016 ataques en 329 parroquias asturianas (fueron 173 en 1996), que suman una superficie de 5.945 kilómetros cuadrados, el 56 por ciento de la superficie total de Asturias y un 23 por ciento más que hace veinte años.

Pero el estudio del CeCodet revela también la existencia de "picaresca" en torno al cobro de indemnizaciones por los daños del lobo. Las "prácticas inadecuadas" y las "argucias" existen. Y un vacío legal permite que algunos ganaderos se beneficien de ellas. Evitarlo es el objetivo de una modificación de la normativa vigente que ha decidido impulsar el Gobierno del Principado: modificará el reglamento de daños para dejar de pagar a esa minoría de ganaderos que protagonizan "conductas inapropiadas".

El informe del CeCodet revela que entre 2010 y 2016, un pequeño grupo de explotaciones ganaderas (38) ha cobrado cientos de miles de euros por daños del lobo; una sola ganadería cobrado más 185.000 euros en siete años, y hay quien ha denunciado -y cobrado- la muerte de 1.199 reses. Veinte de las 3.966 explotaciones que denunciaron daños (un 0,5 por ciento del total) acumulan casi 1,5 millones ingresados, el 21.4 por ciento del total abonado por la Administración entre 2010 y 2016 por daños del lobo. Entre 2010 y 2016 la Administración pagó 7 millones de euros por daños del lobo, a una media de un millón por año.

Penalizar la picaresca

Del análisis pormenorizado de los daños abonados el CeCodet concluye que la inmensa mayoría de las explotaciones ganaderas asturianas denuncian unas cifras de daños de lobo "normales", que se distancian "enormemente" de las alcanzadas por el grupo de "explotaciones atípicas" que ha percibido enormes cantidades de dinero (más de 26.000 euros al año de media en uno de los casos). "Ello hace más acuciante aún la necesidad de penalizar las conductas que pudiesen ser inapropiadas", resalta el CeCodet, que alerta sobre la "picaresca en relación con el cobro de daños".

El departamento universitario no detalla cómo algunos ganaderos utilizan el vacío legal para cobrar las indemnizaciones, pero la Guardia Civil investiga casos como la compra de potros en comunidades vecinas a precios muy bajos para soltarlos en el monte, con el objetivo de que el lobo los mate y así cobrar el daño, cuyo importe sería muy superior a la cantidad pagada por el animal.

Manejo deficiente

El CeCodet propone asimismo penalizar a la hora de abonar los daños el "deficiente manejo del ganado", ya que, "además del impacto económico derivado de estas argucias, también hay un importante coste social para el conjunto del colectivo ganadero regional". Hay 38 explotaciones consideradas por el CeCodet como "atípicas" para el periodo 2010-2016, porque "la incidencia de los daños se aleja notablemente de los parámetros normales". Estas explotaciones acumulan el 25.6 por ciento del dinero pagado por daños y el 26.8 por ciento del total de ejemplares afectados. Solo una de las explotaciones absorbe el 2.7 por ciento del total de los fondos y un 1.4 por ciento de ejemplares afectados.

El ganado ovino y el equino son los que han protagonizado más denuncias por ataques de lobos: prácticamente duplican las referidas a bovino y caprino. El CeCodet concluye que es en el occidente de Asturias donde se sitúan las ganaderías "atípicas", que más dinero han cobrado por daños del lobo; con dos excepciones, ambas en el Oriente: Ponga y Amieva. Solo en Belmonte de Miranda se formalizaron entre 2010 y 2016 más de 5.000 denuncias por daños del lobo.

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