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Marcha atrás en una legislación polémica

Volver a jubilarse a los 70, alternativa a la falta de médicos en Asturias

Sanidad estudia anular una de sus medidas más polémicas, que hizo perder a los facultativos entre 2.000 y 3.000 euros al mes

Volver a jubilarse a los 70, alternativa a la falta de médicos en Asturias

La Gobierno regional está buscando el modo de recular en una de las decisiones más polémicas de los últimos años: el adelanto de la edad de jubilación forzosa de los médicos de 70 a 65 años, implantado a finales de 2009. La Consejería de Sanidad ve necesario volver a la situación anterior, o a una muy similar, debido a que la escasez de médicos en el mercado obstaculiza el relevo generacional en un volumen de especialidades cada vez mayor. Lo que aún no tiene decidido es cómo hacerlo. En el momento actual, el retiro obligatorio de los médicos de la sanidad pública está fijado en 65 años, pero cada vez se hacen más excepciones -a quienes las solicitan de forma voluntaria- debido al citado déficit de facultativos.

"Que se cambie la ley es una petición reiterada por nuestra parte. La repetimos en cada reunión que tenemos con el Servicio de Salud del Principado (Sespa)", explicó ayer Antonio Matador, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). A juicio del Sindicato Médico, resulta "imprescindible" que la sanidad asturiana siga el camino emprendido por otras comunidades autónomas, que también habían adelantado el retiro a los 65 años y que en los últimos tiempos lo han pospuesto "a los 67 años, y en algunos casos a los 70", precisó Matador.

Fue a finales de 2009 cuando el último Gobierno de Vicente Álvarez Areces, como parte del plan de ordenación de recursos humanos del Sespa, implantó la jubilación forzosa de los médicos a los 65 años. Esta medida suponía adelantar en cinco años el retiro obligatorio, salvo excepciones debidamente justificadas.

La jubilación obligatoria a los 65 años fue recibida con un rechazo radical tanto por el Colegio de Médicos de Asturias como por el Sindicato Médico (SIMPA). Además del apego a la profesión por parte de algunos facultativos, influía con fuerza el aspecto retributivo: un médico veterano puede perder entre 2.000 y 3.000 euros mensuales al ser jubilado. Por eso lo habitual hasta aquel momento era que los médicos llevasen su trayectoria laboral hasta los 70 años de forma voluntaria, en clara oposición a lo que suele preferir una mayoría de la población trabajadora.

Sin embargo, las demandas judiciales contra la medida autonómica promovidas por las dos organizaciones citadas se toparon con el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que dio la razón al Ejecutivo regional.

Del rigor a la excepción

Desde el primer momento, y hasta tiempos recientes, la norma de jubilar por la fuerza a los 65 años fue aplicada con mucho rigor. Ni siquiera se hicieron excepciones con médicos que habían ocupado responsabilidades políticas y de gestión muy relevantes, y que solicitaron la prórroga de forma más o menos explícita. Entre los casos más significativos están los de Manuel Matallanas, quien fuera director provincial del Insalud y que fue obligado a jubilarse siendo gerente del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA); y Paz Villaverde, especialista en medicina interna y durante años subdirectora provincial del Insalud.

Sin embargo, en el último año, la propia Consejería de Sanidad ha hecho públicos los datos de escasez de médicos y ha reconocido la dificultad de corregir esta situación a corto plazo. Debido a esta nueva situación, lo que era una excepción -que se aceptase una solicitud de prórroga en el servicio activo- "se ha convertido casi en la norma", subraya el secretario general del SIMPA. "Hay que modificar la norma y adaptarla a la realidad", señala Antonio Matador.

El Sindicato Médico sostiene que, además de retrasar la edad de jubilación, las autoridades sanitarias deben "aumentar el número de plazas MIR" para que más médicos puedan realizar una especialidad y, posteriormente, incorporarse a las filas de sistema sanitario público.

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