La osa "Moli" (Molinera) ya se deja ver de lo más guapa y gordina correteando y disfrutando de su vida en semicautividad en el cercado de Santo Adriano y Proaza. La osina, que fue rescatada en el año 2013 en el pueblo de Riomolín, muy cercano a Leitariegos en Cangas del Narcea, fue devuelta al monte tras dos meses en los que se estuvo recuperando de sus heridas en el Centro de Recuperación de Sobrescobio.

Pero al contrario que ocurrió en otros casos, como Villarina o el oso Beato, que sí que lograron volver a adaptarse a su medio natural, Moli, no lo logró. Ella no hacía más que ir a Degaña y acercarse a las casas y a los vecinos, buscaba calor humano, lo que suponía una situación peligrosa tanto para la osa como para los habitantes del concejo.

Tras ese intento fallido de volver al monte, Moli se trasladó al cercado donde vivían Paca y Tola, y donde ahora ya solo están Moli y Paca, tras la muerte de Tola este año. Según el vídeo que envía la Fundación Oso de Asturias (FOA), encargada del cuidado y manejo de estas dos osas, Moli vive feliz, se alimenta por sí misma y luce un pelaje castaño y brillante en primavera. Corretea por la finca, juega y disfruta de la llegada del buen tiempo tras su hibernación.