Los pescadores de palangre y volanta de Asturias afectados por el plan de regulación de merluza y cigala se hicieron oír ayer ante la Junta. Los 29 barcos que componen esa flota no salieron a faenar y sus armadores y tripulantes -unas 200 personas- se trasladaron a Oviedo para reclamar una reunión con la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, por la que ya llevan seis meses esperando. Lo único que quieren, según explicó Ángel Lanza, representante de los volanteros, es que el Principado tramite ante Europa las ayudas del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) que les corresponden por los paros biológicos que realizan.