Alfonso de Carlos Muñoz dejará el próximo 1 de junio el cargo de gerente de la empresa pública Gispasa, responsable del mantenimiento y la explotación de los servicios no asistenciales del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y del Hospital Álvarez-Buylla de Mieres. Ingeniero de caminos, De Carlos llevaba en este cargo desde 2004. El consejo de administración de la compañía acordó su relevo en una reunión celebrada esta semana, y la decisión le fue notificada anteayer jueves, según un comunicado difundido ayer por el Gobierno regional. "El cese se produce por desistimiento de contrato debido a discrepancias en planteamientos organizativos de la empresa", indica la nota del Ejecutivo. Requerido por este periódico, De Carlos declinó valorar su destitución.

Gispasa, cuyo nombre completo es Gestión de Infraestructuras Sanitarias del Principado de Asturias, tiene 18 empleados. Su consejo de administración está presidido por Dolores Carcedo, consejera de Hacienda, y Francisco del Busto, consejero de Sanidad, es vicepresidente; como consejeros figuran varios altos cargos del Principado, entre ellos José Ramón Riera, gerente del Servicio de Salud (Sespa).

La empresa fue creada en 2003 por el Gobierno de Areces con el cometido de impulsar la construcción del nuevo HUCA; más tarde se le encargó lo mismo con el Álvarez-Buylla de Mieres. La pretensión del Ejecutivo socialista era que esta cuantiosa inversión no fuese computada como deuda de la Administración regional en un momento en el que los controles de ámbito nacional y europeo sobre estos conceptos empezaban a ser muy férreos.

Tiempo atrás, Podemos reclamó disolver Gispasa mediante una proposición de ley presentada en la Junta General Principado que finalmente no prosperó. Según señaló entonces el diputado morado Andrés Fernández Vilanova, Gispasa es "la pantalla de humo que permite privatizar, previo descuartizamiento, la logística y el mantenimiento del HUCA", lo que hace a través de contratos externos. En aquel debate parlamentario, el personal de Gispasa cifró en 500.000 euros anuales el ahorro para las arcas del Principado que implican las funciones de esta empresa. Entre tanto, el síndico de cuentas Antonio Arias alertó de que una eventual disolución de Gispasa "tendría muchos gastos, muchas contingencias fiscales de bastantes decenas de millones de euros".