La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las enfermeras quieren romper tópicos

Comentarios despectivos, gestos soeces, una imagen frívola en el cine y la televisión: los profesionales sanitarios exigen "erradicar el sexismo"

Las enfermeras quieren romper tópicos

Un "oye, niñina" más despectivo que entrañable, una frase insinuante, una mirada veladamente lasciva cuando toman suavemente el brazo de un paciente para una extracción de sangre, una frase soez que desprecia el trabajo y el esfuerzo realizados... Nueve de cada diez enfermeras y enfermeros del Principado sostienen que aún persisten estereotipos sexistas y retrógrados vinculados con su profesión. Ésta es la conclusión de una encuesta realizada por el Sindicato de Enfermería (SATSE), en el marco de una campaña de información y sensibilización denominada "Rompe con los estereotipos".

"Hay muchas maneras de ofender: palabras, miradas, gestos... Son formas diversas de maltrato que entre todos debemos contribuir a erradicar", declaró ayer a este periódico Margot Marqués, secretaria autonómica del SATSE.

Los enfermeros hacen mucho hincapié en la imagen que de su colectivo ofrecen el cine y las series televisivas. "Es muy frecuente que se nos represente con escotes, minifaldas, como mujeres exuberantes... Eso es falso, evidentemente. Nosotras no usamos esos uniformes. Pero es un lugar común que perjudica mucho nuestra imagen colectiva", precisó Margot Marqués.

La encuesta, de ámbito nacional, fue contestada por 249 enfermeros asturianos (231 mujeres y 18 hombres) de todas las edades. Casi siete de cada diez trabajan en un hospital. El 92 por ciento desempeña su profesión en la sanidad pública.

Las respuestas ponen de relieve la convicción de los enfermeros de que no disfrutan del reconocimiento y la visibilidad social que les corresponde por su cualificación y competencia profesional. Eso es lo que piensan nueve de cada diez profesionales. Una cualificación que comienza con una exigencia de altas calificaciones en el Bachillerato para poder acceder al grado universitario (no tan altas como las de las facultades de Medicina, pero casi).

El 95 por ciento de los encuestados sostiene algo ya señalado líneas atrás: que la imagen de los profesionales de enfermería (uniforme, material, equipo, entorno de trabajo...) que se traslada a través de los medios de comunicación, el cine, los espectáculos o la moda no está en sintonía con sus competencias y funciones reales dentro del sistema sanitario. Seguramente podrán decir algo similar otros colectivos profesionales. Y quizá los enfermeros manifiestan una particular sensibilidad debido a que esta imagen repercute de forma más directa en la pervivencia de estereotipos sexistas y retrógrados "vinculados especialmente con las mujeres enfermeras".

La cuestión no es menor, según este modo de interpretar la situación de la enfermería. Y es que el 86 por ciento de los profesionales asevera que la difusión de estos estereotipos "supone un claro obstáculo, e incluso un retroceso, para el desarrollo de nuestra profesión".

Entre las mujeres enfermeras, el 41 por ciento denuncia que ha sufrido en primera persona comportamientos o comentarios denigrantes. "A fin de cuentas, en nuestro trabajo tiene mucho peso la función de cuidar. Y puede haber gente que confunda el cuidado con otra cosa. O que si te portas con amabilidad y cercanía interprete esos gestos de forma equivocada", indicó a LA NUEVA ESPAÑA una enfermera que ha pasado por varios servicios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Pero la problemática descrita no afecta exclusivamente a las mujeres. El 11 por ciento de los hombres enfermeros afirma que ha sido objeto de comentarios ofensivos por el mero hecho de tener una profesión tradicionalmente vinculada a las mujeres. Estas expresiones suelen estereotipar al enfermero con un hombre de tendencia homosexual. "Son significativos también los testimonios relativos a que algún paciente considera que un enfermero no puede ser un buen profesional por el mero hecho de ser un hombre", indican los autores de la encuesta.

El SATSE también ha recogido testimonios de comentarios insultantes relativos a supuestas relaciones entre profesionales y compañeros de trabajo, y otros que aluden a pacientes que no quieren ser atendidos por una profesional simplemente por ser una mujer. "Este estudio pone de manifiesto la persistencia de ciertos estereotipos que perjudican a nuestra profesión y que desde las administraciones deben corregir para evitar que esto perdure", enfatizó Margot Marqués.

A modo de corolario, la citada enfermera del HUCA razona: "Pese a todo lo dicho, que es cierto, mi impresión es que la sociedad valora muy positivamente el trabajo de los enfermeros y las enfermeras, y que esta visión favorable se acentúa cuando se nos ve actuar más de cerca, sobre todo en los hospitales. Ahí se rompen la mayor parte de los tópicos".

Compartir el artículo

stats