Una vez más la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) enciende los ánimos del sector ganadero. La publicación del informe sobre el real decreto de etiquetado para el sector lácteo, en el que la entidad desaconseja indicar el país de origen, al considerar que atenta contra la libertad de mercado, despertó ayer la indignación de las organizaciones profesionales, que apoyan de forma mayoritaria aportar la información sobre la procedencia de la materia prima en los envases.

Unión de Uniones, que defiende desde hace tiempo la importancia de ofrecer información completa al consumidor y dar así más valor al productor, considera que indicar el origen geográfico de la leche y sus derivados no puede considerarse como una medida que ponga en riesgo el libre mercado. La organización recuerda que España es un país deficitario, donde se produce menos leche de la que se necesita, por lo que no tendría ningún sentido la explicación de Competencia. "No entendemos por qué en algunos productos sí se puede poner y en otros no", afirman desde la organización. "Es una herramienta completamente legal y los consumidores tienen derecho a decidir qué quieren comprar y si quieren apostar por la calidad y generación de empleo y desarrollo rural", agregan. Unión de Uniones pone como ejemplo a Francia, donde, en este sentido, el etiquetado de origen lácteo funciona sin ningún tipo de problema.

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) acusó ayer a la CNMC de trabajar para intereses extranjeros. El sindicato considera una "barbaridad" la postura de la Comisión, "que va contra la libertad de información y elección que tienen los consumidores de nuestro país a la vez que contraviene las demandas por las que clama el sector lácteo español desde hace años". UPA considera que el informe "es una artimaña para proteger los intereses de las industrias multinacionales" y se pregunta "qué oscura razón tiene el Ministerio de Agricultura para mantener paralizado el real decreto".