Era la segunda vez que se enfrentaba a un cáncer, y esta vez la enfermedad fue insalvable. Rafael Sariego García, exconsejero de Sanidad del Principado de Asturias durante los años 2003 y 2007, fallecía la pasada madrugada en el HUCA en el hospital que él mismo impulsó en su etapa en el Gobierno.

Ovetense, padre, abuelo, marido y amante del arte y de la conversación, Sariego deja viuda, Carmen Chacón Pérez, y dos hijos, Bruno y Pablo. El exconsejero, que trabajó durante años como cirujano en el HUCA, ha dejado un inmenso hueco entre todos los que le conocieron y compartieron con él vida política, amistad o etapa laboral. Si en algo coincidieron todos los que ayer se acercaron al tanatorio Los Arenales, en Oviedo, a dar el pésame a la familia es en que Rafael Sariego fue un hombre comprometido, honesto, luchador y optimista. Fue el segundo consejero de Sanidad después de asumir las transferencias, llegó al cargo año y medio después.

Trayectoria brillante

El presidente del Principado, Javier Fernández, se acercó al tanatorio acompañado del consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, y del titular de Sanidad, Francisco del Busto. "Una muy buena persona, era dialogante y con don de gentes, continuamente interpretando las cuestiones que se le planteaban y buscando soluciones. Fue coordinador de sanidad en la Federación Socialista Asturiana, y tuvo un papel relevante en la construcción del HUCA y en la Universidad, fue presidente del Consejo Social de la Universidad; tuvo una trayectoria brillante vinculada al partido y a la sanidad pública. Todos los socialistas y los asturianos vinculados a la sanidad tienen hoy una sensación de tristeza. Ya tuvo una enfermedad que superó hace bastantes años y lamentablemente con ésta no ha podido", aseguró el Presidente.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, amigo personal del fallecido, ensalzó los valores humanos y de compromiso con la profesión de Sariego. "Fue una persona con la que llevo compartiendo momentos desde que llegué de residente a este hospital. Es una persona que ha confiado en mí en todos los momentos, y cuando se muere un amigo te deja soledad, un hueco que ya no se cubre nunca". Luis Hevia, gerente del HUCA, también ha tenido unas emotivas palabras para Sariego, y resaltó de él que era "un trabajador incansable y que apostaba por el sistema público. Acabamos haciendo una buena amistad y siempre me manifestó su cariño y apoyo". Carlos Suárez Nieto, exjefe del servicio de Otorrinolaringología de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (FIMBA), recuerda a Sariego como aquel hombre bromista con el que empezó a trabajar en el HUCA y que "te dejaba siempre en una situación de sorpresa. Tenía muy buen carácter, yo le nombré coordinador de quirófanos para sacarle un mayor rendimiento, y no me equivoqué. Rafa era una persona entrañable y recuerdo que la última vez que le vi, hará cosa de tres meses, estaba estupendo y fuimos a tomar un vino. No sabía de la gravedad de su enfermedad. Es una pena que haya fallecido".

Vicente Álvarez Areces, expresidente del Gobierno, y que nombró a Sariego consejero, destacó que "el optimismo de Rafael era envidiable, estuve con él y con su esposa, Carmen, no hace mucho tiempo, se había recuperado bien de un cáncer hace años. Siempre trataba sus problemas de salud con optimismo y no le gustaba preocupar. Fue una trabajador incansable, partícipe activo en la construcción del HUCA y con una sensibilidad social y cultural admirable."

Lino Vázquez, jefe de Cirugía General del HUCA, afirmó que Sariego, "tras su carrera política, volvió a su vida normal, algo que no es común, era un hombre jovial, alegre, positivo y con muchas inquietudes culturales, siempre tuvo un gran compromiso de izquierdas, pero en el quirófano jamás hacia política".

Hoy, a las cinco de la tarde, se celebrará un acto de despedida a Rafael Sariego en la capilla del tanatorio Los Arenales, en Oviedo, la ciudad que tanto quería.