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Cae la presencia de la polilla de la patata en Asturias y la plaga se da por controlada

En los primeros cinco meses del año sólo se detectaron cien parásitos en las trampas, frente a los 2.800 capturados a lo largo de 2017

Cae la presencia de la polilla de la patata en Asturias y la plaga se da por controlada

La plaga de la polilla guatemalteca de la patata remite en Asturias y las autoridades del Principado dan ya por controlada la plaga. Las cifras son más que evidentes: el año pasado se capturaron en todo el Principado 2.800 polillas gracias a las trampas que se colocaron en las diferentes fincas de los concejos afectados. Este año, en los primeros cinco meses que van de 2018, la reducción ha sido más que evidente. Según explica el director general de Medio Rural, Jesús Casas, "en nuestras trampas cayeron menos de cien polillas".

Estos datos son "optimistas", afirmó Casas, aunque advierte de que aún queda mucho año por delante, "el tema está razonablemente controlado", y añade que las cifras oficiales se conocerán a finales de año.

Para luchar contra la plaga de la polilla de la patata, el Principado estableció una serie de concejos en los que se ha prohibido plantar el tubérculo, y otros, limítrofes a estos primeros, que actúan como zona tampón o de control. Esta plaga es muy peligrosa porque no se expande sólo en los cultivos, sino también en los almacenes, y aunque las patatas afectadas no son venenosas no son aptas para el consumo.

La plaga comenzó por el Occidente, pero se fue extendiendo de tal forma que el Principado tuvo que ampliar en varias ocasiones los terrenos acotados y las zonas tampón.

Franja costera

Ahora mismo, en Asturias hay trece municipios, ubicados en su mayoría en la franja costera, donde se ha impuesto el veto a plantar este tubérculo durante un periodo mínimo de dos años.

En una primera fase (marzo de 2016) se prohibieron las plantaciones de patata en Vegadeo, Castropol, San Tirso de Abres y Taramundi, pero en noviembre del año pasado se sumaron a la zona restringida y considerados como concejos infestados Tapia de Casariego, Coaña, El Franco, Navia, Valdés, Cudillero, Pravia, Muros de Nalón y Gijón.

Además, en la misma resolución donde se ampliaron las zonas afectadas también se establecieron como zonas tampón otros catorce concejos. Concretamente, Santa Eulalia de Oscos, Villanueva de Oscos, Illano, Boal, Villayón, Tineo, Salas, Candamo, Soto del Barco, Castrillón, Llanera, Illas, Corvera, Avilés, Carreño, Gozón, Siero, Noreña y Villaviciosa son los concejos que se encuentran sometidos a una especial vigilancia. La Consejería de Medio Rural también obliga a los productores de patata de los municipios de Colunga, Caravia, Ribadesella, Llanes y Ribadedeva a declarar cuáles son las parcelas en las que plantan.

Trampeos

Es gracias a la red de trampeo donde la Consejería de Medio Rural obtiene los datos de la evolución de la plaga. Son los propietarios de las fincas y de los almacenes los que colocan las trampas, distribuidas por la Consejería, en sus terrenos o almacenes y según se les asesora desde el Principado. Y es aquí de donde se desprenden los datos que apuntan a un retroceso importante de la plaga, ya que si el año pasado se capturaron 2.800 polillas, en lo que de 2018 no se ha alcanzando ni un centenar.

Jesús Casas está convencido de que "si seguimos por este camino, lograremos echar la plaga fuera de Asturias". Ése es el objetivo. El Principado cuenta con un total de 5.000 parcelas declaradas como plantaciones de patatas, pero muchas de ellas se encuentran hoy en desuso debido a la llegada de la polilla guatemalteca, que sigue afectando a este tubérculo en Asturias y trastocó muchos planes de cultivo. La mayoría de estas plantaciones están dedicadas al autoconsumo de las familias.

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