Los médicos asturianos denunciaron ayer las "nuevas formas de adicción a la nicotina" que está promoviendo la industria tabaquera con el objetivo de compensar la reducción de ventas de los cigarrillos convencionales. Estas alternativas "contienen nicotina, por lo que son altamente adictivas, además de contener sustancias tóxicas perjudiciales para la salud", subrayó José Manuel Iglesias, coordinador del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc). Según el doctor Iglesias, dispositivos como el cigarrillo electrónico, el iQOS o el Juul "no son recomendables como sustitutos del cigarrillo ni tampoco como métodos para dejar de fumar".

José Manuel Iglesias participó ayer en una rueda de prensa organizada por la Consejería de Sanidad del Principado con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra este jueves. Intervinieron también el director general de Salud Pública, Antonio Molejón; la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Asturias, Belén González-Villamil; y el técnico de Salud Pública Mario Margolles.

El 28 por ciento de la población asturiana mayor de 15 años fuma diariamente, y el 3 por ciento lo hace de forma esporádica, según los datos de la Encuesta de Salud para Asturias 2017. Esto significa que en el Principado hay unos 285.000 fumadores y alrededor de 175.000 exfumadores.

El tabaquismo causó en 2016 en la región 2.288 muertes en personas mayores de 35 años. Estas cifras evidencian, según las autoridades y los profesionales sanitarios, que el hábito de fumar continúa siendo un problema de salud pública de primer orden, con incidencia en la mortalidad cardiovascular, en el desarrollo de tumores o en las patologías respiratorias.

José Manuel Iglesias destacó, entre las nuevas opciones de consumo promovidas por las tabaqueras, el denominado iQOS, un dispositivo electrónico que calienta tabaco (a 300º C) en lugar de quemarlo (a 800º C), y que consta de una batería, el aparato en sí -en forma de bolígrafo- y los "heets" o pequeños cigarrillos que contienen tabaco.

En zonas prohibidas

Entre tanto, el Juul es un cigarrillo electrónico con aspecto de una memoria USB que utiliza pequeñas cápsulas con nicotina y sabores como mango, tabaco virginia, menta o creme brulee (vainilla). "Cada carga contiene la misma nicotina que un paquete de cigarrillos y proporciona 200 caladas, más del doble que otros dispositivos de vapear", indicó el miembro de la Samfyc.

Según una encuesta de esta sociedad médica, más de la mitad de la población asturiana (el 51,5 por ciento) opina que las leyes antitabaco se cumplen casi siempre. Sin embargo, el 66 por ciento de las personas declararon que están expuestas al humo "fundamentalmente en las terrazas de los bares y, un 21,5 por ciento, en lugares como bares, restaurantes o el espacio de trabajo, aunque exista una prohibición expresa de fumar en esos sitios".