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JOSÉ LUIS SAN FABIÁN MAROTO. | Catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Oviedo | SORAYA CALVO GONZÁLEZ. | Profesora asociada en el departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo

José Luis San Fabián: "La investigación requiere de un trabajo de grupo; sin equipo no hay relevo"

Soraya Calvo: "Las relaciones afectivas en entornos virtuales reproducen el modelo de la sociedad patriarcal"

José Luis San Fabián: "La investigación requiere de un trabajo de grupo; sin equipo no hay relevo"

"La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que, algún día, cambiaremos el mundo". La cita, de Paulo Freire, que reivindica el valor de la pedagogía y ante la que se fotografían para esta serie el catedrático José Luis San Fabián y la sexóloga, doctora en Educación y profesora asociada de la Universidad de Oviedo Soraya Calvo, sirve para que maestro y discípula reivindiquen el poder de la educación para mejorar el bienestar de los pueblos. Pese a las condiciones precarias en las que navega el sistema universitario español, San Fabián y Calvo apelan al "valor de lo público" para "cambiar el mundo". Ambos coinciden en que para trabajar en educación es necesario entender las redes sociales. "Hoy es una necesidad ineludible", subrayan antes de referirse a la relación de los centros educativos con las nuevas tecnologías. "Se trabaja de manera más técnica las competencias digitales pero no se realiza un análisis más profundo de lo que significan 'influencers' y 'youtubers' para nuestros jóvenes", opina Calvo.

San Fabián, con una experiencia de más de treinta años en investigación, en los que ha sido investigador principal en más de una veintena de proyectos, lamenta las condiciones "inestables y precarias" en las que se encuentran inmersos los jóvenes investigadores. "La Universidad ha sido siempre una carrera de fondo", sostiene el catedrático, pero en su generación tenían resuelto su futuro con mayor anticipación. "Era todo más previsible", matiza. Ahora con cuarenta años, la competencia es todavía por plazas de ayudante o contratado doctor es brutal. El ejemplo es su discípula, profesora asociada en la Universidad de Oviedo, quien compagina otros dos contratos laborales con las labores docentes e investigadoras. Reconoce que el único momento de estabilidad hasta los 31 años fue cuando disfrutó de la ayuda predoctoral "Severo Ochoa". Y eso que tardaron casi un año en abonarle las mensualidades cuando le fue adjudicada la beca.

Para Calvo la resiliencia -esa capacidad para adaptarse positivamente a situaciones adversas- es hoy la palabra más repetida entre los investigadores. "Si continúo es porque me gusta. Mi motivación es que la educación sexual sea una realidad en la Universidad. En mi caso, además, he tenido la suerte de tener un director de tesis que me ha dado mucha libertad", afirma.

Pocos maestros sexólogos

Su maestro agradece a los más jóvenes del grupo "lo que nos enseñan; hoy no se puede investigar si no estás en un grupo porque la investigación y la docencia de calidad requiere de un trabajo de equipo, compartiendo destrezas, No vale tener una figura porque si no hay equipo, no hay relevo", precisa San Fabián. A Soraya Calvo le preocupa "los pocos profesionales de la sexología que se dedican a la investigación académica", una disciplina en la que se trabaja más desde la perspectiva terapéutica, afirma. Hace quince años se leyó en la Universidad de Oviedo la primera tesis sobre educación sexual en Infantil. Aunque choque a algunos, maestro y discípula coinciden en la necesidad de acercar a los menores una educación sexual "de verdad". "Hablar del cuerpo humano también es educación sexual", indican.

Calvo, que es coordinadora del servicio de Orientación e Información Sexual para Jóvenes de Gijón (SOISEX) precisa: "Se puede hacer educación sexual sin hablar de penetración o anticonceptivos". De ahí su empeño por introducir también en la formación de los futuros docentes esta materia.

De vuelta al mundo de la Universidad, San Fabián reprocha "la tiranía del factor impacto", a imagen de las "ciencias duras" que ha generado un control de la producción científica por parte de las grandes editoriales. En ese sistema, "la función docente ha quedada marginada al servicio de la investigación, lo que se traduce en un sistema perverso", lamentan. Las Humanidades, reivindican San Fabián y Calvo, dan pie a una investigación "con rigor y utilidad social" aunque en ocasiones solo da la oportunidad de divulgar su trabajo a quienes disponen de mayores recursos. "Y acaba publicando quien tiene mucho dinero. A nosotros nos penalizan lo métodos cualitativos; te imponen un modelo de investigación que es un corsé", apunta ella.

Abandono escolar

El grupo se encuentra inmerso ahora en un proyecto de investigación nacional para analizar uno de los principales problemas del sistema educativo: el abandono escolar. "Queremos conocer cómo, en condiciones adversas, los alumnos retoman las riendas y vuelven otra vez a formarse", explican sobre su próximo trabajo.

El impacto de las nuevas tecnologías en las relaciones afectivas de nuestros jóvenes es otra de sus líneas de investigación. Sostiene Soraya Calvo que lo que se ha impuesto, también en entornos virtuales, son las "políticas del miedo, del 'no lo hagas'. Hace años mandaba la abstinencia y ahora vuelve otra vez. La mejor alternativa no es no hacerlo, sino que lo que hagas, hazlo bien"", asegura la doctora en Educación y sexóloga. A su juicio, las relaciones que se generan a través de las redes sociales son idénticas a las que existen fuera de esos entornos, reproduciéndose así el modelo de "la sociedad patriarcal". El problema, agrega Calvo, es la falta de educación sexual a etapas tempranas. "La Lomce lo hizo desaparecer y sólo lo vincula al abuso sexual cuando la vivencia sexual va mucho más allá", continúa diciendo. José Luis San Fabián considera que se trata de una materia que "requiere de mucha transversalidad y una atención específica".

En su grupo trabajan en estos y otros conceptos con equipos de otras universidades españolas y con entidades del tercer sector.

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