Escandalizada quedó la bancada catalana con el discurso pronunciado por el consejero de Medio Ambiente, Fernando Lastra, durante el Congreso de Europarc, celebrado en Covadonga el pasado 23 de mayo. Quiso contestar "con argumentos" a un grupo de unos veinte representantes de espacios protegidos de Cataluña que durante tres días se habían paseado por Asturias con lazos amarillos en las solapas. Animado por su viceconsejero, Benigno Fernández Fano, el Consejero escribió a mano el discurso durante su viaje en coche al santuario. Un discurso pronunciado ante cerca de 200 personas, en el que cuestionó y criticó con dureza el proceso soberanista de Cataluña. Según algunos de los presentes, mientras el abad, Adolfo Mariño, tomaba notas, los dirigentes catalanes se quedaban "ojipláticos" y "se revolvían en sus asientos", aunque finalmente resistieron "con cara de circunstancias" y "sin decir ni mu".
Lastra habló del parque nacional de Covadonga, creado en el año 1918 y precedente del actual de los Picos de Europa, constituido en 1995. Se refirió a la coincidencia de la creación de aquel parque, primero de España, con el 1.200 aniversario de la batalla de Covadonga. Pidió a los presentes que valoraran la importancia de la contienda, "pensando en lo que darían aquellos que, necesitados de momentos germinales, buscan afanosamente un acontecimiento que les señale el nacimiento de una nación", para a continuación lanzar una puya citando al historiador Eric Hobsbawn y su afirmación de que la tradición es siempre inventada, pero matizando que, como diría un castizo, "hay inventos e inventos".
Qué no se negocia
El Consejero se refirió a "la reivindicación autonomista catalana". Y exigió "precisión" cuando se invoca el acuerdo o el diálogo: "Sólo puede negociar quien esté legitimado; en lo que afecta al todo no debería decidir sólo la parte, aclárese qué se puede negociar y qué no, quién dialoga, dónde y sobre qué". Pero "que lo hagan quienes ostenten la representación democrática adecuada, que sea en las Cortes Generales, donde reside la soberanía, y que se haga en el marco de la Constitución y las leyes. Fuera de ellas no hay ninguna posibilidad de obtener resultados correctos ni legítimos", señaló. "Al margen de las normas triunfa, se impone, la 'hibrys hispánica', que, cómo bien saben, no pretende convencer, sino machacar al contrario", añadió, ante el estupor de los representantes catalanes presentes en la sala.
Lastra recibió más tarde las felicitaciones de muchos de los presentes por sus palabras.
