La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rechazo de los expertos al plan de traslado de los depredadores del urogallo cantábrico

Biólogos y conservacionistas afirman que la medida causa una superpoblación de martas y garduñas en Villayón y que el Principado da "palos de ciego"

Un macho de urogallo cantábrico en un monte asturiano. MIKI LÓPEZ

Trasladar a los depredadores naturales del urogallo cantábrico (martas y garduñas) desde las escasas zonas donde aún habita el ave cantábrica, concretamente los concejos de Cangas del Narcea y Degaña, para llevarlos a Villayón es un error, tanto para los ecologistas como para los investigadores consultados por este periódico. Además, indican que en Villayón y su entorno, Allande, habrá una superpoblación de martas y garduñas que podría ocasionar serios problemas.

Ésta es una de las medidas que está llevando a cabo el Principado en un último intento para salvar al urogallo, ave emblemática en la región y que está en declive constante desde hace más de treinta años. Lamentablemente, todo lo realizado hasta ahora no ha servido. Dice Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista de Asturias, que "el problema del urogallo no son las martas ni las garduñas, animales con los que siempre ha convivido, sino que se ha acabado con el hábitat de la especie, y el Principado lo único que hace es mirar hacia otro lado". Se refiere Pontigo a que se ha permitido abrir pistas forestales, colocar torres eólicas "sin control" en las zonas donde habita el urogallo, se permiten "carreras de montaña cerca de los cantaderos" y "no se ha trabajado más que en contra del hábitat del animal", concreta Pontigo. El portavoz de la Coordinadora cree que estas nuevas medidas anunciadas por la Administración no son más que "un lavado de cara para que los ciudadanos crean que se ha intentado algo, cuando en realidad nunca se han tomado en serio el problema del ave".

El Principado ha anunciado nuevas medidas para intentar salvar a una especie que parece condenada a desaparecer, pero el caso es que los investigadores y expertos en urogallo cantábrico, como es el caso de Rolando Rodríguez, doctor en Biología e investigador del Centro de Ecología y Conservación de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, consideran que sacar las martas y las garduñas de los bosques donde aún hay presencia de urogallos es una medida que "no tiene fundamento y no sabemos las repercusiones que puede tener en una reserva natural".

Rolando Rodríguez critica que las medidas que se han llevado a cabo desde la Administración autonómica carecen de rigor científico y reclama que es precisamente "por donde se debería empezar a trabajar". Para el investigador falla lo esencial, que no es otra cosa que aplicar la biología de la conservación y hacer un estudio riguroso para identificar cuáles son los problemas del urogallo y una vez reconocidos aplicar las medidas necesarias. "Puede haber problemas de consanguinidad, hay que hacer una revisión de los conocimientos que hay de otras especies similares y con esas hipótesis actuar, y no seguir dando palos de ciego para ver si por casualidad algo funciona".

Compartir el artículo

stats