Toda carrera universitaria tiene asignaturas en las que conseguir el aprobado se convierte en una odisea para la mayoría de los alumnos. Son, al final, pruebas cruciales que diagnostican, en ocasiones, la falta de motivación, el esfuerzo de los estudiantes o la exigencia del docente. Cuando hay aluvión de suspensos, este no suele darse en materias aisladas, sino que tiene más que ver con el tipo de estudio al que se ha accedido. Lo constata el último informe de rendimiento de la Universidad de Oviedo: los estudiantes de Ingeniería presentan los peores resultados en la relación porcentual entre el número de créditos superados y el total de créditos matriculados por curso, situándose en el 63,7%, el porcentaje más bajo de la institución docente. Por delante de ellos se sitúan los alumnos de Ciencias, con un tasa de rendimiento del 73,9%; o los de Ciencias Sociales y Jurídicas, con un 75,7%. Las primeras posiciones del curso 2015-16 son para los de Humanidades (76,3%) y Ciencias de la Salud (88,7%).
Si el análisis se realiza por grados, se mantiene la tendencia de un mayor número de suspensos en las ingenierías mientras que estudios como Logopedia, Enfermería, Medicina y Odontología pasan del 90% en su tasa de rendimiento. Entre quienes completan sus estudios en el tiempo establecido -cuatro años para los grados-, es en Ciencias de la Salud dónde logran, de nuevo, los resultados excelentes: un 49%, frente al 23,8% de Ingeniería.
Humanidades empeora sus resultados cuando la fotografía se refiere al porcentaje de estudiantes con dedicación a tiempo completo que completan su formación en el tiempo teórico previsto en los respectivos planes de estudio. Logopedas, enfermeros y biotécnologos lideran el ranking de los más aplicados al terminar su formación a tiempo.
El próximo noviembre está previsto que se presente en el Consejo Social de la institución académica asturiana el último informe de rendimiento.
Por el momento, en el análisis realizado en el curso 2015-16, los alumnos de Humanidades y de las Ingenierías ocupan las primeras posiciones en cuanto a la tasa de abandono: un 51% en el primer caso, y el 47,8% en el caso de la carreras técnicas.
Además, durante el último curso del que existen datos del Ministerio de Educación, 2013-14, los universitarios españoles suspendieron un 22,8% de los créditos en los que se matricularon. La cifra es similar en los dos años precedentes, según las tasas de rendimiento recogidas desde 2012 en el informe anual "Datos y Cifras del Sistema Universitario Español". En Asturias esa realidad se acrecienta en las disciplinas técnicas, ante el elevado número de suspensos que registran.
