Foro Asturias ha organizado una comisión directiva extraordinaria con un punto único en el orden del día que de forma genérica sugiere discutir unas "propuestas de cumplimiento de los acuerdos del grupo parlamentario" como fórmula para tratar de atajar la crisis desatada en su seno y desvelada por LA NUEVA ESPAÑA y para valorar la toma de medidas contra la presidenta, Cristina Coto. El secretario de organización de Foro, Enrique Lanza, un hombre de la confianza directa del secretario general y fundador de la formación, Francisco Álvarez-Cascos, inició ayer una ronda de llamadas a los integrantes de la comisión directiva del partido para que firmen la convocatoria de este órgano, sin consulta previa a la presidenta. La propuesta de Lanza contó con el asentimiento de más de las tres quintas partes de los integrantes del organismo que, según los estatutos de Foro, son necesarias para forzar su convocatoria.

Las llamadas al cónclave llegan desde el sector más afín al secretario general sólo un día después de que Coto sacase a la luz sus desavenencias con Cascos a raíz del conflicto con sus dos compañeros de grupo parlamentario -Pedro Leal y Carmen Fernández-, desatada cuando ambos desautorizaron a su presidenta y portavoz por tomar unilateralmente la decisión de cambiar de media jornada a jornada completa la retribución y la tarea de una trabajadora del grupo. El miércoles se debatirá sobre ese asunto y se enjuiciará la actuación de la presidenta invocando -así lo hace la convocatoria- el artículo de los estatutos en los que se obliga a los grupos institucionales de la formación a consultar con la comisión directiva "la ordenación de los recursos materiales de los que dispongan y el nombramiento y cese de sus asesores y funcionarios". Fue esto lo que, según el argumento principal de Leal y Fernández, Coto incumplió al tomar su decisión respecto a la trabajadora, de modo que se espera que el cónclave se convierta en un juicio a la actitud de la presidenta al frente del grupo parlamentario. Ambos diputados afirmaron también el jueves que sería la comisión directiva la encargada de decidir el futuro de la presidenta como portavoz parlamentaria si no existía entre los miembros del grupo unanimidad sobre una eventual sustitución.

La fecha para la convocatoria extraordinaria es, según ha podido saber este periódico, el próximo miércoles, día 13. Para esa misma fecha estaba prevista una comisión directiva ordinaria, ya que se había aplazado la del pasado miércoles 6, cuando las tensiones internas en el partido habían estallado, pero aún no habían trascendido. La convocatoria de una reunión extraordinaria, que se celebrará después de la ordinaria, se realizó esquivando el control de Cristina Coto, ya que cabe incorporar un nuevo punto en el orden del día de la reunión quincenal, pero la presidenta tendría la potestad de admitirlo o no.

Las decisiones del grupo

El objetivo de esa reunión será analizar la situación del grupo parlamentario y su potestad para tomar decisiones respecto al personal adscrito. Bajo ese epígrafe genérico el resultado es incierto. Entre las opciones que se barajan está someter a Coto a una andanada de reproches por parte de los integrantes de la comisión directiva, de forma mayoritaria controlada por Álvarez-Cascos. El encuentro se espera de una tensión máxima, con la intención de forzar su dimisión o, en el caso contrario, llegar incluso eventualmente a destituirla.

Ahí se sustanciarán las tensiones internas que llevan unos cuantos meses larvadas en Foro, con el malestar de algunos dirigentes de juntas locales hacia Cristina Coto y el enfrentamiento de ésta con su mentor y antecesor en la presidencia que tuvo como episodio más kafkiano que la propia Coto se enterase por la prensa de las maniobras de su partido para impulsar a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, como próxima presidenta y candidata regional.