Uromac Systems activó los radares para no dejar de exisitr cuando su nicho principal, la maquinaria de construcción y obra pública, empezó a enviar señales de flaqueza. Lo que ha pasado aquí es "una reconversión en tres frentes", que en la voz del director general de la empresa, Javier Fernández-Catuxo, se desglosa en una adaptación al conocimiento y la normativa del nuevo sector ferroviario, pero también una transformación doméstico al internacional -donde la firma vende ahora toda su producción- y al menos una tercera "de mentalidad y forma de trabajar": "Pasamos de producir en serie a hacerlo por proyectos", a la medida del cliente.

Fernández-Catuxo (1966), nacido en Figueras y tapiego por parte de padre, es geólogo de formación y estudioso de la arquitectura tradicional en sus pocos ratos libres -ha sido premiado por su monografía sobre los hórreos y cabazos del occidente asturiano, "Supra terram granaria"-. Esa es su propia reconversión. Hablando de la compañía que dirige, persevera en que "el mérito está en ser una pequeña empresa" inmersa en "un proceso como éste" y en un sector de alta especialización. Con sus veinte trabajadores y su sede en Barres, asiente a que operar desde la periferia de la periferia "tiene sus dificultades", pero añade que a la Asturias rural demográficamente deprimida le hacen falta empresas que la remolquen.