"Empezamos a ver que se movía la tierra y salimos corriendo". Diego Fernández, su esposa, Verónica Núñez y los dos hijos de la pareja, Pelayo y Nayara, de 14 y 15 años, llevaba toda la tarde viendo como llovía intensamente. Estaban en su casa en el número 52 de la calle San Francisco de Trubia y cuando estaban achicando agua de la terraza, en la parte posterior de la casa, vieron como una masa de tierra se deslizaba hacia su vivienda. Tuvieron que salir hasta descalzos para que la tromba de agua no les llevase por delante.

"La terraza estaba a tome de gua pero no imaginamos que iba a pasar eso", explicaba Diego ayer aún empapado. La catarata que bajaba de la montaña se metió en su casa y la atravesó arrasando con todo lo que encontraba a su paso. El hombre quitó las rejillas de ventilación de gas "y parecían grifos echando agua".

Ayer por la noche, ya en casa de sus suegros, Diego Fernández no conocía el alcance de los daños de su casa, su ilusión de toda la vida que había logrado comprar hace un año. Lo poco que vio al entrar a coger algo de ropa para los críos fue que el parqué y todas las puertas de su casa "están destrozados". Hoy volverá "a ver qué se puede salvar".

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Inundaciones en Trubia

La familia abandonó la zona alrededor de las diez de la noche. Pelayo y Nayara durmieron con los abuelos maternos y el matrimonio pasó la noche en casa de la los padres de Diego. Prefirieron ir a casas de familiares pese a que los bomberos les habían ofrecido poner en marcha el protocolo de alojamiento de emergencia que se activa en estos casos.

Esta familia trubieca fue la más afectada por las intensas lluvias de ayer pero toda la localidad sufrió incidencias. El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, recorrió durante toda la tarde y hasta bien entrada la noche distintas zonas de Trubia. Al otro lado del río, la carretera AS-228 tuvo que cortarse al tráfico y desviarlo hacia Sama de Grado debido a una gran catarata de agua que caía sobre la calzada. En la zona de Villarín se produjeron tres argayos más y en las viviendas de Coronel Baeza el agua entró en los portales lo que obligó a que actuasen los bomberos.

En otras zonas de Oviedo hubo pequeñas inundaciones pero sin consecuencias de importancia, según el concejal.