La reforma de la Sindicatura tendrá que esperar. No es el momento más oportuno para introducir cambios porque el Parlamento asturiano tiene abierto un expediente de cese al síndico mayor, Avelino Viejo, que comparecerá el lunes para rebatir que haya incumplido con sus obligaciones al frente del órgano encargado de fiscalizar al sector público del Principado. Los votos del PSOE, PP, IU y Foro dieron al traste con la toma en consideración de la reforma de la ley que rige la Sindicatura desde su creación, hace más de 14 años.

La iniciativa fue defendida por el diputado de Ciudadanos, Armando Fernández Bartolomé, quien argumentó que ha pasado el tiempo "suficiente" para realizar "una evaluación" de la Sindicatura. Las principales novedades de la reforma de la Sindicatura tienen en su punto de mira a los partidos políticos: fiscalizar el dinero de los partidos y poner un veto de 10 años a los políticos que hayan tenido funciones de gestión o representación en una formación política o que hayan sido miembros de un Gobierno eran algunas de las iniciativas incorporadas por Ciudadanos en el articulado de la ley que, finalmente no pasó el filtro primero de la toma en consideración.

El único partido que apoyó la reforma planteada por la formación naranja fue Podemos, que valoró "el mensaje de la necesidad de regeneración" que entrañaba la iniciativa, según expresó en el hemiciclo su diputado Enrique López. El resto de formaciones votaron en contra. José Agustín Cuervas-Mons (PP) destacó "el trabajo útil" realizado por la Sindicatura y criticó de "oportunista" la propuesta de Ciudadanos "por coincidir con la tramitación de un proceso histórico, el examen al síndico mayor para determinar si ha cumplido con sus obligaciones". El diputado popular destacó el hecho de que Ciudadanos registró su propuesta de reforma el pasado 24 de abril, cuando ya habían arreciado las críticas a la gestión de Avelino Viejo al frente de la Sindicatura por sus decisiones sobre los criterios para la selección de personal.

Gaspar Llamazares (IU) también sostuvo que la iniciativa legislativa de Ciudadanos "distrae de otras cosas" y, a renglón seguido, defendió que ahora la prioridad "es reflexionar sobre el modelo de dirección, personalista o colectiva, y sobre el modelo de relaciones laborales rechazado por los tribunales, con resistencia por parte del síndico mayor, algo que no se toca en absoluto en esta proposición". El portavoz de la coalición de izquierdas reprochó a Ciudadanos que el contenido de su iniciativa suponga "una causa general contra la política para decir que el problema son los partidos". El diputado forista Pedro Leal cuestionó "la reforma cosmética" promovida desde Ciudadanos y afirmó que daba lugar a duplicidades en asuntos como, por ejemplo, la fiscalización de las finanzas de los partidos "que ya realiza el Tribunal de Cuentas". La parlamentaria socialista Margarita Vega se desmarcó de los vetos a los políticos en la Sindicatura "porque no es una cuestión de pertenencia ni de años" y también precisó que el Tribunal de Cuentas ya controla las finanzas y y facturas de los partidos "mientras que la Sindicatura se encarga de la fiscalización de los procesos electorales".