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Paralizada la obra del AVE al País Vasco por problemas financieros de una firma asturiana

Los nuevos dirigentes de Fomento deben decidir si rescinden el contrato con Coprosa, como anunció en mayo el PP

Los nuevos dirigentes del Ministerio de Fomento deberán buscar cuanto antes una salida a las obras de la alta velocidad al País Vasco, paralizadas por los problemas financieros de una empresa asturiana, Construcciones y Promociones S. A. (Coprosa). Están en peligro los plazos previstos por Fomento para la culminación de los trabajos: finales de 2019 para la conexión con Francia y 2023 para la apertura de todos los trayectos. Las obras de la que se conoce popularmente como "Y" vasca (Vitoria-Bilbao-San Sebastián) se detuvieron a principios de abril, tras descartar el Adif, impulsor del proyecto, los modificados que reclamaba Coprosa, que un mes atrás había solicitado el concurso voluntario de acreedores para superar sus tensiones de liquidez. La crisis de Coprosa ha provocado también la paralización de las obras de saneamiento del río Eo.

El anterior ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció hace un mes su intención de rescindir el contrato con Coprosa y volver a licitar los trabajos. Su sucesor en el cargo, José Luis Ábalos debe decidir ahora si respeta esa decisión, si mantiene a Coprosa en la obra o si busca otras soluciones para la "Y" vasca.

Mientras tanto, los 37 trabajadores del tramo afectado (Astigarraga-Irun), la mayoría asturianos, han dejado el tajo y, aunque todavía siguen cobrando los salarios, la empresa ya ha decidido finalizar sus contratos, lo que ha provocado movilizaciones de la plantilla y denuncias del sindicato nacionalista ELA-STV, que ha exigido a Adif que desbloquee la situación y a Coprosa una solución "real" para los trabajadores.

Coprosa ejecutaba en el País Vasco la adaptación del trayecto Astigarraga-Irun para el uso conjunto de trenes de alta velocidad y de la red convencional, mediante la implantación de un tercer carril que permitirá la circulación tanto en ancho ibérico como estándar. La inversión global supera los 165 millones de euros, aunque el tajo que ejecutaba Coprosa había sido adjudicado en 20,4 millones, con una bajada de casi el 40 por ciento sobre el presupuesto de licitación.

En la actual fase de las obras Coprosa acometía los trabajos de ampliación del gálibo del túnel de Gaintxurizqueta (535,5 metros de longitud), con el uso de una máquina escudo que permite compatibilizar las obras y el tránsito de las circulaciones ferroviarias. Esta perforadora, que Coprosa adquirió por unos dos millones de euros para acometer esta obra, supone un problema añadido, pues la rescisión del contrato obligaría a sacarla del interior del túnel, una actuación que resultaría "muy complicada", según ELA-STV.

Estrategia

El sindicato sostiene que "el verdadero motivo" de la paralización de esta obra es "económico": una "estrategia" de Coprosa para "presionar a Adif y que ponga más dinero en esta obra, ya que como se ha adjudicado, no da". Coprosa se había acogido en noviembre al preconcurso de acreedores con la intención de alcanzar un acuerdo con la banca acreedora y refinanciar su deuda. Entonces comenzaron los problemas con los suministradores de material. Las dificultades de liquidez de la constructora están en parte relacionados con impagos por obras ejecutadas en Catar, país en el que empezó a operar en 2012, y, en menor medida, por algunos problemas en Egipto, donde estuvo presente desde 2016. Los cobros pendientes están en los tribunales. Pero, un experto del sector asegura que "lo gordo del problema" está en España.

El grupo también ha tenido dificultades con la promoción inmobiliaria en Asturias, en particular por las dificultades para comercializar el complejo Montenuño Residencial, en Oviedo.

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