Las infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) han repuntado en Asturias después de varios años de estabilidad. En el año 2017 se detectaron 82 casos nuevos casos, la cifra más alta desde 2012. El área de Gijón concentra casi la mitad del número global. "Este aumento puede estar relacionado con la mejora en el acceso a las pruebas rápidas que se realizan fuera del ámbito sanitario", explicó ayer la Consejería de Sanidad del Principado, con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial del Sida. Desde el año pasado, es posible realizarse análisis del VIH en todas las farmacias de la región.

Según los datos de Sanidad, la mayor parte de las nuevas infecciones se producen por transmisión sexual, como consecuencia de relaciones homosexuales, bisexuales y heterosexuales sin protección. Ésta es la vía de contagio del 94 por ciento de los casos registrados, de modo que se mantiene la misma tendencia que en años anteriores. El mayor número se contabiliza en las relaciones masculinas -un 52 por ciento-, y otro 42 por ciento responde a contactos heterosexuales.

Ocho de cada diez nuevas infecciones corresponde a hombres. La franja de edad más numerosa es la comprendida entre 35 y 44 años, para ambos sexos. Las prácticas de riesgo en el consumo de drogas por vía endovenosa están detrás del 4 por ciento de los nuevos positivos. Este porcentaje era muy superior hace años y continúa descendiendo de forma progresiva.

Las cifras de la Consejería indican que los nuevos casos se detectan sobre todo en las áreas urbanas del Principado. El 49 por ciento tienen como escenario el área sanitaria V, que incluye los municipios de Gijón, Carreño y Villaviciosa. El peso de los infectados de estos tres concejos es proporcionalmente muy superior al de su población con relación a la del conjunto de Asturias.

Los técnicos de la Consejería de Sanidad estiman que la disminución de la percepción de riesgo "puede llevar a un menor número de diagnósticos y a que estos se realicen de modo tardío, como ocurre en el 57 por ciento de los nuevos casos, lo que supone un gran problema para el individuo y la población en general".

La Consejería de Sanidad, el Colegio de Farmacéuticos de Asturias y el Comité Ciudadano Antisida han extendido a toda la región el programa que facilita los test rápidos de VIH. El año pasado, este acuerdo se tradujo en la práctica de 994 exámenes, 850 más que en 2016.

De otra parte, desde la generalización de los tratamientos antirretrovirales, de gran eficacia, han disminuido tanto la mortalidad como la aparición de nuevos afectados por sida. En 2017, se notificaron en Asturias 9 diagnósticos de sida, lo que supone una tasa anual de 0,9 por 100.000 habitantes. En ese mismo período se registraron 406 en España, o sea, 1,2 por 100.000 habitantes. El gasto en tratamientos se situó a nivel autonómico en 15,7 millones de euros. En total, han recibido tratamiento 2.545 pacientes, con un coste de 6.109 euros por persona.

A nivel nacional, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha lanzado una campaña con el objetivo de concienciar a la sociedad contra la no discriminación y el estigma asociado al VIH. Precisamente esta semana, la ministra de Sanidad, la asturiana María Luisa Carcedo, presentó junto al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, un pacto social por la no discriminación y la igualdad de trato asociada al VIH.

El Consejo de Ministros aprobó ayer una norma que permitirá que los portadores del virus, quienes padecen diabetes o psoriasis y los celíacos puedan presentarse a las oposiciones para ser policías, guardias civiles, militares, funcionarios de prisiones y agentes de aduanas. La medida afecta a siete millones de personas, y consiste en eliminar estos diagnósticos del cuadro médico que excluye de las pruebas de acceso a estas profesiones.