La dirección nacional del PP ha fijado para después de agosto el esperado congreso regional del partido en Asturias. La cita queda relegada al mismo tiempo que los de Cantabria y La Rioja, después de resolver ya este mes los de Murcia y Extremadura. En Murcia, repite el actual Presidente autonómico, Fernando López Miras; en Extremadura, los populares renuevan liderazgo con María Guardiola Martín.
El coordinador general del PP, Elías Bendodo, resaltó ayer en una rueda de prensa en la sede popular de la madrileña calle Génova que los congresos pendientes habrán de cumplir una máxima: "Construir equipos ganadores" porque "el PP no se puede permitir el lujo de elegir al que va a perder las elecciones".
Bendodo ya señaló el pasado mes de abril, en una visita a la sede del PP de Asturias, que el cónclave de los populares quedaría aplazado en el marco estival, porque la prioridad entonces era construir el discurso nacional del nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
El congreso regional del PP ha sido largamente esperado: debía ser el cónclave que ratificase la presidencia de Teresa Mallada en el partido, después de que fuese designada para liderar el partido por decisión de Pablo Casado, con la dimisión de la que fuera presidenta, Mercedes Fernández.
Con todo, los sucesivos avatares que ha atravesado el partido han modificado el calendario inicial. Y la demora ha acrecentado la inquietud en los territorios en los que no han quedado establecidos mediante congreso los liderazgos locales. En Asturias, la falta de confirmación clara sobre el papel futuro de Mallada más el objetivo de Génova de conseguir el mejor resultado posible ha alimentado las especulaciones, pero por ahora la dirección nacional no tiene un planteamiento cerrado de nombres más allá de reclamar una apuesta electoral que concentre voto y responda a las expectativas que ha generado Feijóo en el marco estatal.
