Francisco L. JIMÉNEZ

El presidente de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), Daniel Quirós, tiene desde hace días un nuevo arma que blandir en defensa de los intereses del millar de asociados a su organización. Un grueso informe elaborado en 2006 por la prestigiosa empresa Eutas Mercadotecnia, y de cuyos contenidos ha informado LA NUEVA ESPAÑA en días pasados, «destripa» la situación del comercio comarcal, indica dónde están los problemas y sugiere soluciones. Además, ese trabajo da las claves sobre cuáles son los puntos fuertes del entramado comercial avilesino, que también los hay.

-¿Qué aspecto del informe de Eutas le ha causado, por inesperado, más sorpresa?

-Tengo varios para elegir, pero, yo que trato de ser una persona optimista, me quedo con la relevancia que concede la consultora a la fidelidad de la clientela avilesina al comercio tradicional, con la variedad de tiendas con que contamos en la comarca y con la confirmación de que Avilés, como cabecera poblacional que es, tiene capacidad de atracción de compradores foráneos.

-O sea, que no todo está perdido para el pequeño comercioÉ

-Claro que no, pero hay que esforzarse en seguir mejorando.

-No pretendo enturbiar su optimismo, pero el informe, además de la existencia de una clientela fiel, también dice quelos avilesinos son muy exigentes, tanto que casi suspenden a los comerciantes en el capítulo de «calidad de la atención al cliente».

-Ya digo que hay cuestiones mejorables. En todo caso, a mi, que nuestros clientes sean exigentes me parece positivo, porque eso nos obliga a tener que ser cada día mejores. Y si lo logramos, cuando recibamos personas de afuera notarán que el comercio y la hostelería local están por encima de la media de sus localidades.

-Y que un tercio del gasto de los avilesinos se realice fuera de la comarca, ¿qué le parece?

-Pues me parece que sería mejor que no hubiese esa fuga de gasto. Es más, no tendría por qué haberla dado que en la comarca hay todo tipo de establecimientos para cubrir la demanda de los consumidores. Bien es verdad, que cada uno es libre de gastarse el dinero donde quiere, pero desde la UCAYC apelamos a la sensibilidad de quienes viven en la comarca para que reflexionen sobre un hecho: si se compra en el comercio cercano, lo que se hace es favorecer el desarrollo local y apoyar a los establecimientos que, a la postre, «hacen ciudad». Gastar aquí redunda en beneficio de todos.

-Más «puntos negros»: uno de cada cinco locales comerciales está cerrado.

-Eso se explica por los desorbitados precios de los alquileres. No todo el mundo puede adquirir un local en propiedad para montar un negocio y pocos se arriesgan a arrendar con las rentas que se piden en el centro.

-¿Solución?

-Difícil; nada impide que el propietario de un bajo lo tenga cerrado si ese es su gusto o que pida una cifra astronómica por alquilarlo. Al menos, lo que debería de hacer el Ayuntamiento es evitar que los locales cerrados, por falta de mantenimiento, den mala imagen.

-El aparcamiento, según los autores del informe, sigue siendo una asignatura pendiente.

-En efecto, aunque la situación debe mejorar algo con la reciente apertura del parking de La Exposición. Las necesidades de nuevas plazas se centran ahora en áreas no precisamente céntricas de Avilés y en la implantación de la zona azul (aparcamiento de pago por tiempo limitado). Avilés, sus comerciantes y sus vecinos no podemos permitirnos seguir por más tiempo sin este instrumento ordenador del tráfico.

-Se propone la figura de un centro comercial urbano al aire libre como elemento diferenciador que permitiría afrontar con optimismo el futuro comercial de Avilés. ¿Es un plan factible?

-Sí, sin duda, porque tenemos los mimbres: un casco antiguo privilegiado, una red diversificada de tiendas y negocios de ocio y turismoÉ

-Siempre tan optimista.

-No se crea, también soy consciente de que muchos comercios están obsoletos y deben actualizarse o de que el apoyo de los poderes públicos para conseguir hacer realidad el centro comercial urbano ha de ser más decidido. En eso trabajamos.