La lotería, con esos millones que nos largó el sorteo de Navidad, ha marcado un hito en la pequeña historia de Avilés. Y ya es lástima no haber aprovechado esa pandemia de la obesidad infantil que tanto nos afecta para organizar unas jornadas sobre el tema, pues reuniendo muchos niños gordos alrededor, uno piensa que hubiera sido fácil acertar con el gordo del «Niño», pero parece que no.

Y tras sacar tajada a la lotería del Estado 2006, nos toca el turno de la cita electoral del municipio 2007, otra especie de lotería con poltrona, coche con chófer a la puerta y vara de mandar para el ganador, un premio que adjudicarán los vecinos a través de las urnas con dos novedades por medio: una mujer al frente del PSOE, que haría historia como primera alcaldesa de Avilés, y Antonio Sabino en la lista de ASIA, que guarda una calculada ambigüedad antes de pronunciarse.

Y la verdad es que colocar a Pilar Varela como cabeza de lista del PSOE parece en principio un acierto, pues, aparte de los elogios de sus compis, «trabajadora, honesta, comprometida, disciplinada y autoexigente», la aspirante transmite confianza. «Tengo las pilas puestas, estoy serena y con optimismo». Pues nada, que sea lo que las urnas digan.

Y de Antonio Sabino, qué vas a decir que no esté ya dicho; hombre con una larga trayectoria pública, su experiencia vendría al pelo para centrar a este Avilés sometido a tantos tirones partidarios, actuación acorde con los deseos manifestados por Miguel Ángel Villalba, «éste es el año de los ciudadanos, no el año de la derecha ni de la izquierda, que eso es muy arcaico». O sea, Antonio Sabino, parece claro que estás llamado a ser el árbitro imparcial dispuesto a tocar el pito a la primera falta, y muchas pitadas vas a necesitar para centrar Avilés en la próxima legislatura.