T. C. / Agencias

La Policía Nacional busca a un hombre que la noche del pasado domingo robó un taxi en el barrio de Llaranes, tras amenazar a su conductor con una navaja. El hombre no resultó herido, pero el coche, ayer por la noche, aún no había aparecido.

Los hechos ocurrieron entre las once y las once y media de la noche. Un individuo requirió el servicio de un taxi en la parada de Llaranes para que lo trasladase al cementerio de Valliniello. En ese momento, el hombre sacó un cuchillo y, tras colocárselo en el costado al conductor, le exigió que le entregase todo el dinero que tuviera encima. El agresor obligó entonces al propietario del taxi a salir del vehículo, momento que el conductor aprovechó para cerrar las puertas del coche para evitar que el atracador se escapase. Sin embargo, el ahora buscado por la Policía consiguió acceder al asiento del conductor y se fugó con el vehículo.

El propietario del coche, que no resultó herido, salió corriendo y se escondió en un portal de un edificio cercano, según explicaron compañeros de trabajo del taxista atracado.

La Policía Nacional, al momento de presentarse la denuncia, puso en marcha una investigación que acabó con la identificación del atracador (un hombre de edad comprendida entre los 30 y 40 años) y abrió un dispositivo de búsqueda y captura para conseguir localizarle.

Según explicaron fuentes de los taxistas, ésta es la primera vez en muchos años que una persona consigue robar un taxi. «Se han cometido robos, pero de dinero, nunca de que se llevaran el coche», explicó ayer un miembro del servicio de Radio Taxi de Avilés. Para evitar ese tipo de incidentes, los profesionales han comenzado a instalar en los vehículos mamparas de seguridad, que impiden a los viajeros acceder a la parte delantera de los coches. Además, casi todos incorporan un sistema de GPS que, en el futuro, permitirá localizar, en sólo unos segundos, la ubicación de un vehículo.