Truyés, Illán GARCÍA

La manzana es una de las señas de identidad de la región asturiana. Y como tal los productos que salen de ella, como la popular sidra. Sin embargo, la manzana también se puede utilizar para dar masajes y tratamientos corporales gracias a la «manzanoterapia», que se desarrolla en el hotel de Truyés, a cargo de tres jóvenes especialistas: una de ellas, Fátima Santos Suárez.

La técnico superior en quiromasaje es una de las encargadas de tratar a las pacientes con estas cremas hechas a base de manzana entre un setenta y un ochenta por ciento. «Este nuevo tratamiento es bueno para personas que tienen la piel seca, ya que es muy hidratante y mantiene el olor de la manzana, como no pasa con otro tipo de tratamientos como el de chocolate», dijo Fátima Santos. El proceso del tratamiento comienza con un «peeling» mediante el cual se eliminan las células muertas; luego se pasa a una mascarilla «muy hidratante»; más tarde se procede a dar calor al paciente con una especie de manta térmica, que permite que se «empape» bien el cuerpo de la esencia de la manzana.

El último paso del tratamiento es aplicar crema al paciente. Esta crema está realizada por manzana entre un 70 y un 80 por ciento, minerales, áurea y parafina, principalmente. Esta mezcla consigue, según Pilar Plaza, una de las primeras mujeres que ha probado el tratamiento, una «gran relajación». El tratamiento dura unos cincuenta minutos.

«Este método me gusta porque aporta minerales y vitamina E, es muy fresca», dijo la técnico superior de quiromasaje. El olor que desprenden los botes de cosméticos, realizados en unos laboratorios barceloneses, inunda toda la sala de masajes, ubicada en el centro de spa del complejo hotelero de Los Balagares. Pese a que Santos se dedica a esto de los masajes profesionalmente, cuando oye hablar de «manzanoterapia» prefiere ser ella la paciente antes que la experta: «Por su frescor y su hidratación, principalmente».