T. CEMBRANOS

Varios trabajadores efectuaron ayer las labores del replanteo y medición topográfica en los terrenos afectados por la construcción del nuevo vial que conectará el Parque Empresarial Principado de Asturias con la autopista «Y». Las obras, que lleva a cabo la unión temporal de las empresas Oca Construcciones, Vías y Construcciones y Begar Construcciones, comenzarán -según explicó ayer una portavoz de la Consejería de Infraestructuras del Principado de Asturias- en cuanto concluyan las expropiaciones del suelo. La previsión es que los trabajos se inicien antes del verano.

«Todavía queda una labor importante antes de que comience el grueso de los trabajos», aseguraron ayer fuentes empresariales. El plazo de ejecución de las obras es de treinta meses, y tienen un presupuesto de 34,5 millones de euros, que sufragará íntegramente el Gobierno regional tras llegar a un acuerdo con el Ministerio de Fomento.

Vecinos y trabajadores de las inmediaciones de los terrenos donde se construirá la carretera, sin embargo, denunciaron ayer la tala indiscriminada de decenas de árboles ubicados a lo largo de 350 metros entre el parque de carbones de la antigua térmica e industrias químicas.

«Lo han hecho con alevosía y premeditación para que no se entere nadie. Dicen que no empezaron las obras para hacer la conexión y ya están limpiando la zona donde próximamente estará uno de los carriles», aseguró ayer un trabajador de la zona. Los vecinos y obreros consideran que la empresa debería haber transplantado esos árboles ahora talados a otro lugar, como ya se hizo en otras situaciones similares.

El anuncio de esta obra de gran magnitud, que reducirá tráficos pesados por la avenida de Gijón y que en un futuro dará una comunicación directa a los nuevos muelles de la margen derecha con la autopista y la autovía del Cantábrico, se produjo hace tres años y, desde entonces, se ha realizado la tramitación necesaria para que en 2010 sea una realidad.

El enlace entre el polígono de la ría y la autopista «Y» se realizará mediante una conexión tipo «trompeta», que consiste en un nudo de carreteras de doble carril con tramos a distinto nivel en unos terrenos situados entre el barrio de Garajes y las instalaciones de los hornos de fosa de Arcelor. La nueva carretera tendrá una longitud de 1.506 metros, en los que se harán hasta siete puentes con el objetivo de salvar tanto la carretera vieja entre Avilés y Gijón como la variante de Avilés. El proyecto incluye también medidas para corregir el impacto ambiental que, presumiblemente, ocasionará la carretera. La construcción de ese enlace ha requerido la realización de varias expropiaciones. Las gestiones para que esos terrenos, aproximadamente 55.000 metros cuadrados, pasasen a ser de titularidad pública se iniciaron el pasado mes de octubre y aún no han concluido.