E. CAMPO

El «to be or not to be», Ximena García Vega lo lleva con soltura. Esta joven avilesina, una de las asistentes en las «24 hours» del Old Vic con la Fundación del Centro Niemeyer, lleva ya seis años residiendo y trabajando en Inglaterra: dos en Oxford y desde hace cuatro en Londres. Allí estudió Arte Dramático en el Central School of Speech & Drama, y tras graduarse en junio comenzó su trayectoria profesional como actriz. «Este mes estoy a tope, me ha salido de todo», afirmaba hace unos días, dividiendo su agenda entre los ensayos para una nueva obra, intervenciones en cortos y entrevistas.

Antes de saber que lo suyo era cuestión de tablas, Ximena García Vega estudió en el Instituto Carreño Miranda hasta 4º de la ESO, baile en diversas academias y cello en el Conservatorio Julián Orbón de Avilés. Después de eso realizó el Bachiller Internacional en Waterford Kamhlaba, Suazilandia (sur de África), con una beca del comité español de Colegios del Mundo Unido. «Y después opté por estudiar en Londres», explica la joven.

Esta formación multidisciplinar es muy importante para su carrera, según explica la avilesina. «La música y la danza son dos disciplinas fundamentales para el desarrollo de cualquier actor. El haber estudiado música me ayudó a absorber todo mucho más rápido en el Central School, y es de gran ayuda a la hora de trabajar a Shakespeare y otros textos en verso».

Pese a su pelo oscuro y sus orígenes, cuenta la actriz que en Londres no le ven mucha pinta de española, y suelen ponerla de rusa o polaca. «Me salen muchísimos trabajos para cortos y obras en los que represento a personajes de Europa del Este, se me dan bien los acentos ingleses y el eslavo en particular», explica. Para ella es una gran oportunidad: «Hay mucha demanda de personajes de esta región y me encanta dar vida a inmigrantes que aterrizan en Londres con toda su curiosidad e ilusión, dispuestos a hacerse su espacio en esta gran ciudad».

Ella también se está haciendo su espacio, y afirma que el único secreto es «moverse»: «Cada día mando cinco e-mails». Aunque por el momento su carrera está centrada en el teatro, los vídeos musicales y los cortos, su sueño es saltar al cine. Y pese a estar establecida en Londres, está buscando un representante también en España, para lo que acude a Madrid a audiciones y entrevistas.

La multiculturalidad es lo que más le gusta a esta avilesina de la siempre vibrante ciudad de Londres, que tiene la capacidad de ofrecer «una exposición o un espectáculo en cartel capaz de dejarte boquiabierta». Otra cosa que aprecia del Reino Unido es el orgullo institucionalizado de los ingleses hacia su teatro. «Creo que en eso podríamos aprender bastante», reconoce. Y no es para menos si la actriz no peca de exagerada, ya que lo define como «la joya de la corona» del país, «no una actividad en vías de extinción». Ximena García Vega considera que se hace buen teatro, y que es accesible para grupos sociales de todos los niveles, sin que el nivel de ingresos sea un factor a tener en cuenta. «Todo está muy profesionalizado, y todos pasamos por escuelas de actuación. En España, y particularmente en Asturias, creo que estamos mucho más desarrollados musical que teatralmente».

Precisamente por esta carencia que detecta en su tierra madre, lanza un «¡olé!» para la iniciativa de la Fundación del Centro Niemeyer de permitir que jóvenes representantes del teatro asturiano conocieran de primera mano las actividades que realiza el Old Vic para los nuevos talentos. «Eso tiene gran valor a la hora de reforzar la expresión artística».

La joven actriz entró en contacto con la Fundación del Centro Niemeyer cuando Woody Allen rodó parte de su película en Avilés. Y cuando se enteró del acuerdo con Old Vic, ella envió su currículum, ofreciéndose además para hacer de traductora o lo que fuera necesario. «Yo ya tenía algo de relación con el Old Vic», explica. Del trabajo de este teatro destaca especialmente el programa «New Voices», del que forman parte las «24 hours», y que incluye además descuentos, talleres y otras actividades para jóvenes actores. «Desde que Kevin Spacey es el director artístico, el Old Vic se ha convertido en uno de los referentes más importantes del teatro en la ciudad».

A las «24 hours», el encuentro anual del Old Vic donde actores, directores y escritores de menos de 25 años tienen que montar un espectáculo en menos de 24 horas, explica García Vega que asisten familiares y amigos, pero también representantes destacados de la industria del espectáculo. «Es una oportunidad para mostrar el talento y buen hacer de los jóvenes artistas. Es casi un rito anual de relevo creativo a una nueva generación». Y concluye: «Olé lo de la Fundación Niemeyer de contactar con el Old Vic, es lo mejor que podía haber hecho».