T. CEMBRANOS

Los tres heridos en el accidente de circulación ocurrido en la variante de Avilés el pasado lunes permanecen ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), adonde fueron trasladados desde el Hospital San Agustín en la madrugada de ayer.

L. J. G. M., conductor del Peugeot O-3720-AC, sufre un traumatismo craneoencefálico y fracturas en ambos brazos y piernas, y está en la uvi del Central con pronóstico grave. En el momento del accidente no llevaba puesto el cinturón de seguridad, según señalaron fuentes de la Guardia Civil.

Los ocupantes del otro vehículo, un Mitsubishi Montero matrícula LE-5109-AB, también están en Oviedo. La mujer, P. G. F., se halla ingresada en planta del área de neurocirugía, con un pronóstico menos grave, y tiene un traumatismo craneal que constituye la lesión más importante. También sufre contusiones varias. Su marido, M. M. M., permanece en observación en urgencias, en estado leve, y los médicos prevén que hoy reciba el alta.

Fuentes de la Guardia Civil aseguraron ayer que el accidente se produjo al invadir el carril izquierdo el Peugeot O-3720-AC, conducido por L. J. G. M. En ese momento chocó frontalmente con el Mitsubishi Montero, ocupado por un matrimonio. La Benemérita está a la espera de los resultados de los análisis de sangre realizados al conductor del Peugeot, por orden del juez, para esclarecer las razones por las que el vehículo se salió de su carril.

Como consecuencia del fuerte impacto, los vehículos quedaron convertidos en un amasijo de hierros. Bomberos del Principado de Asturias tuvieron que excarcelar al conductor del Peugeot. A continuación, los servicios de emergencia (Samu) estabilizaron al herido, ya que presentaba lesiones de considerable gravedad, antes de trasladarlo al Hospital San Agustín. Los médicos del centro avilesino, tras evaluar las lesiones, decidieron su traslado al HUCA.

El matrimonio formado por M. M. M. y P. G. F., que viajaban en el otro vehículo, también precisó de atención médica en el lugar del accidente. El San Agustín también decidió trasladarlos a Oviedo.