M. MANCISIDOR

«Siguiendo a Max Weber y su distinción entre el político y el científico, ahora doy una opinión política como ciudadano: estoy de acuerdo con la regulación de la prostitución, porque la abolición o es una pesadilla nazi o una utopía bienintencionada», afirma el sociólogo avilesino Arsenio Valbuena, autor de un estudio pionero en España sobre los riesgos laborales de la prostitución que adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA. Valbuena, que desde hace veinticinco años se dedica a la prevención de riesgos laborales (PRL), empezó su carrera como sindicalista y a día de hoy preside la patronal asturiana del sector. Su firma es un aval en el mundo de la prevención. Asimismo, Arsenio Valbuena es sociólogo y actualmente ocupa el puesto de vicepresidente de la Asociación Asturiana de Sociología y, entre sus trabajos, destaca la primera encuesta de condiciones de trabajo y salud laboral que se realizó en el Principado.

-Ha realizado una evaluación de riesgos laborales en la prostitución. ¿Por qué surge este estudio?

-Surge porque es un colectivo al que no han llegado los derechos humanos en términos de reconocimiento de su actividad laboral. Las consecuencias son exclusión, marginalidad y enfermedad; para ellas y para los que las rodean. No se quiere que haya prevención de riesgos laborales, y el derecho a la salud laboral debe ser universal y debe llegar a todos los colectivos.

-¿Cuándo comenzó su estudio?

-A primeros de este año. Realicé muchas lecturas y consultas documentales, trabajé con sociólogos que realizaron estudios de prostitución, entablé contactos con colectivos como Hetaira, que trabaja en defensa de los derechos de las prostitutas, y realicé la propia evaluación de riesgos en contacto con varias prostitutas. A día de hoy ya tengo el borrador del estudio y próximamente el documento final será distribuido entre aquellas instancias asturianas que tengan algo que decir tanto en prevención de riesgos laborales como en protección de la mujer.

-La normativa de riesgos laborales olvida a las prostitutas. Imagino que en esa profesión existen sindicatos que defiendan sus intereses...

-No, únicamente está el colectivo Hetaira, que lucha por sus derechos. Las mujeres que ejercen por su cuenta no tienen base ni sociológica ni legal para exigir porque se mueven en el limbo administrativo. Por otro lado, las que no ejercen por su cuenta y lo hacen bajo auspicios de formas más o menos encubiertas de proxenetismo están absoluta y totalmente coaccionadas. Se mueven en la alegalidad.

-¿Cuál es la relación de una prostituta con la Seguridad Social? ¿Cómo enfocan su vejez?

-Esta información la conozco por otros estudios. La asistencia sanitaria es universal en España y ellas no acuden al médico como prostitutas, se cuidan por el interés personal de estar sanas. Esta individualización de lo sanitario hace que las prostitutas enfoquen su atención médica como un asunto de salud privada y no pública o laboral, con lo cual el colectivo que se relaciona con las prostitutas también está desprotegido desde el punto de vista de salud pública. Sólo se tiene el imaginario de lacra social. En cambio, otros grupos, en su día también marginales como los gays o lesbianas, han ganado dignidad. Respecto al futuro de las prostitutas, es habitual que ahorren dinero; pero hay dos factores que las hace fracasar: la frecuente dependencia de los proxenetas y la programación a corto plazo. Lo frecuente es que ejerzan hasta edades avanzadas y, de mayores, reciban pensiones no contributivas.

-De acuerdo con los datos que extrajo del Hospital Monte Naranco de Oviedo en Asturias hay, aproximadamente, 3.500 prostitutas, un diez por ciento de las cuales tiene anticuerpos del VIH. Las cifras sobre prostitución siempre son estimaciones, ¿cree necesario un censo?

-La cifra de 3.500 es una estimación de los estudios que hay de prostitución. Lo de 350 mujeres seropositivas son datos del Hospital Monte Naranco y tampoco son fiables al cien por ciento. Esta cifra corresponde a un registro de portadores que simultáneamente ejercían la prostitución en su declaración, y el dato no es de 2008. Las prostitutas son una población flotante y sé que en los últimos años, según registros del Principado, la evolución de la prevalencia de VIH (sida) se ha intensificado entre colectivos de alta promiscuidad; esto incluye la prostitución. Es imprescindible tener un censo desde el punto de vista de salud pública par el control de enfermedades de transmisión sexual. Ahora mismo ni se sabe cuántas prostitutas hay ni cuántas están enfermas.

-¿La prostitución es un negocio en aumento?

-Sí, y además es extraordinariamente lucrativo. Desde el punto de vista de prevención de riesgos laborales es una profesión en aumento de alto riesgo y con consecuencias muy graves para la salud. Es un colectivo prioritario sobre el que actuar desde el ámbito de los riesgos laborales y que, sin embargo, está al margen. Mi propósito es aportar elementos de carácter técnico y objetivable al debate sobre la regulación de la actividad: sobre si tiene que ser abolida, legalizada o debe mantenerse en los cajones más oscuros de la conciencia colectiva.