E. CAMPO

Un indudable ambiente festivo se adueñó ayer del Instituto Carreño Miranda, metido de lleno en la traca final de su 75º. aniversario. Además de las finales de las competiciones deportivas y de las atracciones en el patio, por la mañana el otro plato fuerte fue una videoconferencia (mediante webcam) con ex alumnos del centro residentes en distintos puntos del globo. El primero fue Juan Leopoldo Escudero, actualmente médico en Otawa, que a preguntas de los estudiantes contó que sus recuerdos son fabulosos. «Lo pasé muy bien y estudié bastante, aunque no porque me gustara, sino porque me obligaron, y salió bien». De hecho, ése fue su consejo: «Estudiad, estudiad». E insistió especialmente en que se esforzaran en aprender idiomas.

Desde México, Ángel Castro Izquierdo, hermano de José Castro, director del instituto, hizo alarde de lo bien que se puede coger un acento, ya que, tras casi 30 años en Centroamérica, parecía un auténtico mariachi hablando. Este geólogo es gerente de Peñoles, un conglomerado de empresas dedicadas a la minería y a la metalurgia que es el mayor productor del mundo de plata. «En una mina hay que mover en torno a una tonelada de tierra para sacar de 18 a 19 gramos de metal precioso», explicó al auditorio. Castro Izquierdo se mostró perfectamente informado de las actividades del aniversario, que sigue «por LA NUEVA ESPAÑA».

En el patio, entre tanto, iba subiendo la expectación, en torno a las paellas que se preparaban para la multitudinaria comida. Pero antes de hincarle el diente al guiso se entregaron los premios de las competiciones deportivas. Andrés González se alzó con el premio en bádminton; Rodrigo Arenas, con el de tenis de mesa; 2.º de Bachillerato D ganó la competición de balonmano; 2.º de Bachillerato A, la de voleibol; 2.º de Bachillerato B triunfó en baloncesto, y 1.º de Bachillerato B, en fútbol. Después, ya fue todo jolgorio y alegría.