M. MANCISIDOR

«El sector de la construcción ha anunciado, a través del plan Preven, una serie actuaciones hasta 2011 para acabar con la siniestralidad laboral, pero no podemos decir que en cuatro años va a terminarse con esa lacra; estamos hablando de cambiar la cultura de la sociedad y eso requiere paciencia», afirmó ayer el director del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, Manuel Carlos Barba Morán, tras la clausura, en Avilés, de una jornada sobre la coordinación de la actividad preventiva en el sector de los montajes y mantenimiento industrial.

Barba destacó que en el primer trimestre del año se han producido once accidentes laborales mortales -el último el lunes en Luarca- y destacó que el sector de la construcción es el que el registra mayor siniestralidad. Por este motivo, Barba Morán se mostró escéptico ante el objetivo del sector de la construcción de desarrollar un plan «nuevo, ambicioso y comprometido» de prevención, seguridad y salud laboral. «Estamos mejorando, hay que ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío, pero nuestra lucha es a largo plazo, no se puede hablar a cuatro años vista», reiteró Barba.

El gremio de la construcción, según comunicaron recientemente en Avilés responsables del sector, fue el único en el que aumentaron durante 2007 tanto los accidentes leves (pasaron de 4.728 a 5.217) como los graves (subieron de 43 a 52) y también los mortales, que pasaron de 4 a 6.

Los accidentes laborales son, así, el pan de cada día en las empresas de la región. Barba Morán destacó la importancia de los seminarios como el que se clausuró ayer, destinados a «formar e informar» a las empresas de cara a la aplicación del decreto de coordinación preventiva de actividades empresariales. «Está claro que la seguridad en las empresas asturianas está mejorando, pero aún nos queda mucho camino que andar», dijo.

Por su parte, la directora de Head Training, Begoña Fernández, firma organizadora del seminario sobre seguridad laboral, destacó que si bien la siniestralidad afecta más a los trabajadores, deben ser los directivos quienes fomenten la prevención. «Generalmente nos encontramos con que los altos cargos ven la prevención como un coste y los trabajadores, en ocasiones, como un cúmulo de inconvenientes que les hace producir menos», concluyó.