M. MANCISIDOR

¿A qué problemas se enfrenta una persona emprendedora? ¿Cuáles son las razones que hacen que su proyecto empresarial sobreviva o fracase? El director general del Instituto CIES, Javier García, ofreció ayer una conferencia en el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés durante la que dio a conocer los resultados de un estudio elaborado para la Asociación de Centros de Empresa. Tras la presentación, tuvo lugar un debate en el que participó el gerente de La Curtidora, Miguel Ángel Juesas; el gerente de Portilla & Velasco Asociados, Jesús Portilla, y la directora general de Novatex, Belén Fernández.

A juicio de García, los viveros de empresa son garantía de buena salud para las firmas que tutelan una vez que éstas abandonan el nido y se enfrentan a la realidad competitiva exterior. Ocho de cada diez firmas sobreviven posteriormente y esta tasa se eleva al noventa por ciento en el caso de La Curtidora, donde la mayoría de las empresas supera los cinco años de vida.

El Instituto CIES entrevistó a 130 empresarios noveles con un perfil similar: hombres, con una edad media de 37 años, formación universitaria en el 55 por ciento de los casos y experiencia laboral previa. Pero, ¿cuáles son los factores que ponen en peligro a una empresa? El director del Instituto CIES destacó que uno de los grandes problemas es la financiación. Otra debilidad de los emprendedores , a juicio de Javier García, es pensar que empresa es igual a producción y que personas con gran capacidad técnica descuidan pilares fundamentales como la financiación, la gestión o los recursos humanos.

¿Y cuáles son las fortalezas del emprendedor? Según García, los emprendedores están bien cualificados, disponen de motivación y tienen las puertas abiertas a la cooperación. «Ubicarse en La Curtidora aumenta las posibilidades de crecer y más ahora, que la comarca está sumida en una gran transformación. Lo importante es buscar espacios para nuevas empresas, facilitar la financiación y suelo empresarial», concluyó García.

Coloquio

Acto seguido comenzó el coloquio organizado por el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés sobre los emprendedores. La primera pregunta: ¿cómo se puede fomentar la actividad empresarial? Jesús Portilla, Belén Fernández y Javier García apostaron por la creación de más suelo industrial a precio más económico. Por su parte, el gerente de La Curtidora incidió en la importancia que tiene, a su modo de ver, dedicar el vivero de empresas tanto a grandes firmas como a jóvenes emprendedores. «En los últimos días nos han criticado, pero tan importante como atraer a empresarios es fijar empresas que generen empleo y riqueza», dijo.

Los tertulianos también se refirieron a la repercusión del Niemeyer en la comarca, generalmente comparando el futuro centro cultural con el Guggenheim de Bilbao. «El Niemeyer es ahora mismo una fuente de expectativas, pero aún no tenemos claro ni tan siquiera el plan de viabilidad», dijo la directora de Novatex, mientras el responsable de Portilla & Velasco Asociados apostó por la inversión privada para fomentar la cultura emprendedora. Juesas, por su parte, señaló que la futura etapa de Avilés paliará en Asturias la crisis que vivirán otras comunidades.

Los empresarios, en su día emprendedores, analizaron también en el Club LA NUEVA ESPAÑA las diferencias entre hombres y mujeres emprendedoras, criticaron la tardanza a la hora de realizar trámites burocráticos y, ante todo, subrayaron la necesidad de crear suelo industrial para que en la comarca se asienten nuevas empresas de arte, cultura o tecnología «aprovechando el tirón del Niemeyer». Y es que el centro cultural generará unos seiscientos empleos. «Entonces habrá que fomentar que esos emprendedores vivan en Avilés, muchas empresas son un ordenador», concluyó García y Juesas añadió: «Por La Curtidora han pasado 210 empresas en trece años; el futuro es esperanzador».