Luanco, B. F

El abogado de la menor agredida el pasado sábado en Luanco acusará finalmente al agresor, un joven candasín de 17 años, por dos supuestos delitos: intento de violación e intento de homicidio por estrangulación. Asimismo, ayer por la mañana fue presentado ante el Juzgado de Menores un recurso de apelación contra el auto que dejó en libertad vigilada al agresor, además de prohibirle acercarse a la agredida a una distancia menor de 500 metros. La medida cautelar de internamiento en el centro especializado de Sograndio, solicitada por la acusación particular, fue desestimada. Gonzalo Botas, letrado de la acusación, manifestó ayer mismo su contrariedad ante la decisión tomada por el Juzgado, basada en la valoración del equipo psicosocial, por la que el agresor queda en libertad vigilada, pudiendo salir de casa y desplazarse a Luanco: «Esto es un disparate por parte del equipo psicosocial, que no parece darse cuenta de la gravedad del caso». El letrado ha argumentado que ese equipo «olvida o quiere olvidar la concurrencia de dos delitos, uno por lesiones y otro por agresión sexual».

Botas ha señalado que ningún argumento existe a favor de la impunidad que transmite el hecho de que el agresor se encuentre en su domicilio después de cometer una agresión sexual violenta -con resultado de lesiones brutales a la víctima-, golpear a una mujer que lo reprendió y resistirse a la autoridad .

El abogado de la familia de la menor cree, además, que la situación puede convertirse en un «polvorín», considerando que las continuas refriegas entre jóvenes de las localidades de Candás y Luanco pueden dar un mayor grado de gravedad a la decisión tomada por el Juzgado de enviar al agresor a casa.