L. M. A.

El futuro de la lonja pesquera empezará discutirse el lunes, siete meses después de la toma de posesión de Manuel Docampo como presidente de la Autoridad Portuaria, según aseguró ayer el propio Docampo, que prefirió no entrar a valorar la propuesta de Lonja Avilés de participar en una gestión tripartita de la rula, junto a la Cofradía y la Federación. Docampo fue elegido para sustituir a Manuel Ponga al frente del Puerto con la misión de poner en marcha una sociedad que gestione las nuevas instalaciones pesqueras después de un período turbulento de enfrentamientos en el sector en el que la política tuvo un especial protagonismo. La nueva rula, que permanece cerrada al año y medio de concluir las obras, supuso una inversión superior a los 15 millones de euros.

«El lunes, al término del Consejo del Puerto, daré una visión general de lo que está sucediendo. De momento no quiero decir nada para no entorpecer las negociaciones», dijo Docampo.

¿Qué ha pasado en estos siete meses? Existen diferentes versiones sobre la demora en las negociaciones con las partes implicadas. Una de ellas, contraria a la Cofradía «Virgen de las Mareas», apunta hacia un chantaje de la cofradía con la fábrica de hielo de por medio. Otras se refieren a la incapacidad del Presidente para sacar adelante una situación que se encuentra en punto muerto después de haber causado serias erosiones en el sector de la pesca.

En cualquier caso, el silencio es la nota dominante respecto a este asunto. El conflicto en Avilés trajo consigo una pérdida del negocio en la primera lonja de Asturias e influyó de manera decisiva en los ceses de Manuel Ponga, como presidente de la Autoridad Portuaria, y de Alberto Vizcaíno, ex director general de Pesca. Las sustitutos de ambos no han aportado hasta el momento mayores soluciones, si bien las aguas se han calmado. La rula de Avilés ha recuperado, no obstante, en los últimos meses parte del terreno perdido en cuanto a capturas tras la fuga de los barcos a otros puertos.

Manuel Docampo insiste, mientras tanto, en que las negociaciones van por buen camino. Sólo pide discreción. De hecho la lleva pidiendo desde octubre, cuando lo nombraron presidente para poner paz y alumbrar la nueva sociedad.